Hechos sobre: Anas platyrhynchos
El ánade real, un tipo de pato de superficie, es común en regiones templadas y subtropicales de América, Eurosiberia y el norte de África. También ha sido introducido en lugares como Nueva Zelanda, Australia, Perú y Sudáfrica. Estos patos pertenecen a la subfamilia Anatinae dentro de la familia de aves acuáticas Anatidae.
Los machos de ánade real son fáciles de identificar por sus cabezas verdes brillantes y sus alas grises, mientras que las hembras presentan un plumaje moteado de marrón. Tanto machos como hembras tienen un parche distintivo de plumas negras bordeadas de blanco o azul iridiscente en sus alas. Usualmente miden entre 50 y 65 cm de longitud, con los machos siendo más pesados que la mayoría de los otros patos de superficie.
Los ánades reales prosperan en humedales, alimentándose de plantas acuáticas y pequeñas criaturas. Son aves sociales, a menudo vistas en grupos o bandadas. Curiosamente, son los principales ancestros de la mayoría de las razas de patos domesticados. Las hembras de ánade real típicamente ponen de 8 a 13 huevos, que varían en color desde blanco cremoso hasta verde-buf. Incuban estos huevos durante aproximadamente 27-28 días, y toma entre 50 y 60 días para que los patitos se conviertan en volantones. Notablemente, los patitos pueden nadar justo después de nacer.
A pesar de estar clasificados como una especie de preocupación menor por la UICN, los ánades reales son considerados invasivos en algunas regiones. Son altamente adaptables y pueden prosperar en áreas urbanas, lo que genera preocupaciones sobre la contaminación genética por el cruce con especies locales de patos silvestres. En 2013 se secuenció el genoma del ánade real, ofreciendo más información sobre esta ave adaptable.
Los ánades reales tienen una dieta omnívora, consumiendo desde gasterópodos e invertebrados hasta semillas y materia vegetal. Son conocidos por sus comportamientos de apareamiento únicos y pueden ser bastante agresivos durante la temporada de cría. También tienen la capacidad de hibridarse con varias especies de patos, lo que supone una amenaza para las poblaciones locales de aves acuáticas.
Estos patos se encuentran en una amplia gama de hábitats, desde la tundra ártica hasta regiones subtropicales, y pueden vivir en humedales de agua dulce y salada, estuarios e incluso mares abiertos cerca de las costas. Los ánades reales han interactuado con los humanos durante siglos, sirviendo como los ancestros de la mayoría de las razas de patos domésticos. Son cazados por deporte y su carne ha sido parte de la dieta humana desde tiempos antiguos.
Aunque los ánades reales son comunes y adaptables, presentan desafíos de conservación debido a su tendencia a hibridarse con aves acuáticas nativas. Esto puede llevar a la contaminación genética y la pérdida de biodiversidad. En áreas donde han sido introducidos, los ánades reales pueden competir con las especies locales, lo que ha llevado a esfuerzos continuos para gestionar sus poblaciones y minimizar su impacto en los ecosistemas.