Hechos sobre: Coloeus monedula
La grajilla occidental, también conocida como grajilla euroasiática o europea, es un ave pequeña pero llamativa de la familia de los cuervos. Puede avistarse en toda Europa, Asia occidental y el norte de África. Aunque muchas de estas aves permanecen en el mismo lugar durante todo el año, algunas migran hacia el sur durante los meses de invierno. Existen cuatro subespecies diferentes, diferenciadas principalmente por el color de su plumaje. El renombrado científico Linneo la nombró por primera vez Corvus monedula. El término "jackdaw" proviene de "jack" que significa pequeño, y "daw" una palabra inglesa antigua para esta ave.
Estas aves son bastante fáciles de reconocer. Miden alrededor de 34–39 centímetros de longitud y tienen plumas negras con una nuca grisácea y ojos de un llamativo color gris claro. Las grajillas occidentales son criaturas sociales, a menudo vistas viviendo en grupos y conocidas por su inteligencia y naturaleza vocal. Se adaptan a diversos entornos y tienen una dieta variada que incluye desde plantas e invertebrados hasta restos en áreas urbanas. Forman parejas de por vida y construyen nidos sencillos donde la hembra pone alrededor de cinco huevos azul pálido.
Las grajillas occidentales son conocidas por sus comportamientos sociales y diversas vocalizaciones. A menudo se las ve en bandadas, demostrando su jerarquía social. Incluso comparten comida activamente dentro de sus grupos. En cuanto a la reproducción, estas aves nidifican en colonias, con parejas que defienden sus nidos juntas. Su dieta incluye insectos, pequeños roedores, carroña y plantas.
Estas aves también están impregnadas de folklore y creencias culturales. En algunas culturas, ver una grajilla puede considerarse un signo de lluvia inminente, muerte o la llegada de una nueva persona. Han sido representadas en historias antiguas, literatura moderna y arte.
Históricamente, las grajillas occidentales han sido consideradas plagas porque a veces dañan cultivos. Aunque han sido cazadas, no han enfrentado tanta persecución como algunas otras especies de cuervos. También se las ha vinculado a brotes de enfermedades y parásitos. Observar sus comportamientos, como la construcción de nidos, la búsqueda de alimento y las interacciones sociales, las convierte en un sujeto fascinante para observadores de aves e investigadores por igual.