Hechos sobre: Taurotragus oryx
El eland común, también conocido como el eland del sur o eland antílope, es una majestuosa criatura que recorre las sabanas y llanuras de África Oriental y Meridional. Perteneciente a la familia Bovidae y al género Taurotragus, estos antílopes se encuentran entre los más grandes del mundo. Los machos adultos pueden alcanzar hasta 1.6 metros de altura en el hombro y pesar hasta 942 kilogramos, mientras que las hembras son un poco más ligeras, pesando entre 500 y 600 kilogramos. El eland común es el segundo antílope más grande a nivel mundial, solo un poco más pequeño que el eland gigante. La especie fue descrita por primera vez por Peter Simon Pallas en 1766.
Principalmente herbívoros, estos antílopes tienen una dieta que consiste en pastos y hojas. Típicamente forman grandes manadas, a veces llegando hasta 500 individuos, aunque no son territoriales. Prosperan en entornos con vegetación variada y se comunican a través de una mezcla de vocalizaciones, posturas corporales y un comportamiento conocido como la respuesta flehmen. Los humanos han utilizado a los elands comunes para cuero, carne y leche, e incluso han sido domesticados en ciertas regiones.
Nativos de varios países africanos, los elands comunes han desaparecido desafortunadamente de algunas áreas, como Burundi. A pesar de una tendencia poblacional en declive, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) los clasifica como de "Preocupación Menor". Físicamente, los machos son más grandes y lucen cuernos en espiral, una característica distintiva. Aunque generalmente se mueven lentamente, estos antílopes pueden saltar alturas impresionantes, hasta 2.5 metros en vertical.
Los elands comunes habitan llanuras abiertas y estribaciones, prefiriendo regiones semiáridas con vegetación arbustiva, mientras evitan bosques densos y desiertos. Son una vista común en varios parques nacionales y reservas, como el Parque Nacional Kruger en Sudáfrica y el Parque Nacional Serengeti en Tanzania. Nómadas por naturaleza, son más activos durante el crepúsculo, buscando alimento. La comunicación dentro de la especie incluye una variedad de gestos, sonidos y comportamientos.
Amenazas como la pérdida de hábitat y la caza furtiva plantean desafíos significativos para su supervivencia. Sin embargo, los esfuerzos de conservación han ayudado a estabilizar sus números en países como Namibia, Botsuana y Zimbabue. Curiosamente, los elands comunes también son criados por su carne y leche, con una domesticación exitosa en lugares como Sudáfrica y Rusia. Son conocidos por su temperamento dócil pero requieren grandes áreas de pastoreo y suministros adicionales de alimento.