Hechos sobre: Eschrichtius robustus
La ballena gris, también conocida como ballena gris del Pacífico, ballena de lomo gris o ballena gris de California, es una fascinante ballena con barbas, reconocida por sus increíbles migraciones. Estos gentiles gigantes viajan anualmente entre zonas de alimentación y áreas de reproducción, mostrando su resiliencia y adaptabilidad.
Las ballenas grises son fácilmente identificables por su piel oscura, adornada con parches grises y manchas blancas. Pueden crecer hasta 14,9 metros de longitud, pesar hasta 45 toneladas y tienen una esperanza de vida de 55 a 70 años, con algunos individuos viviendo incluso más tiempo. Son los únicos miembros sobrevivientes del género Eschrichtius, cuyo linaje se remonta a más de 30 millones de años.
Existen dos poblaciones principales de ballenas grises. La población más grande reside en el noreste del Pacífico, mientras que la otra, en peligro de extinción, habita en el noroeste del Pacífico. Lamentablemente, las poblaciones del Atlántico Norte probablemente fueron exterminadas debido a la caza intensiva. Sin embargo, avistamientos recientes en el mar Mediterráneo y frente a la costa de Namibia sugieren un posible regreso a antiguas áreas de reproducción. Una ballena gris incluso estableció un récord de la migración más larga de un mamífero, recorriendo más de 22,000 kilómetros.
A diferencia de muchas ballenas, las ballenas grises no tienen una aleta dorsal. En su lugar, tienen placas cortas de barbas que utilizan para la alimentación por filtración, alimentándose principalmente de crustáceos bentónicos. Sus comportamientos de alimentación únicos son un espectáculo digno de ver. En cuanto a la reproducción, las ballenas grises prefieren aguas más cálidas. Las hembras dan a luz a crías que miden entre 4,3 y 4,9 metros de largo después de un período de gestación de aproximadamente 13,5 meses. Típicamente, tienen crías cada uno a tres años.
Históricamente, las ballenas grises fueron cazadas intensamente, lo que llevó a una disminución significativa de su población. Afortunadamente, los esfuerzos de conservación han ayudado a que sus números se recuperen, y actualmente están catalogadas como de "preocupación menor" por la UICN, excepto por la subpoblación críticamente amenazada del Pacífico occidental. Sin embargo, aún enfrentan amenazas por las actividades humanas, el cambio climático, el enredo en equipos de pesca, los choques con barcos y el desarrollo de petróleo y gas en alta mar.
Las ballenas grises rara vez se mantienen en cautiverio debido a su tamaño y naturaleza migratoria. Los intentos pasados de mantenerlas en cautiverio han sido de corta duración, y la última ballena gris en cautiverio fue liberada después de superar las instalaciones.
En los últimos años, ha habido un aumento preocupante en los varamientos de ballenas grises. Los científicos creen que esto puede deberse a cambios en la disponibilidad y calidad de sus presas, potencialmente vinculados al cambio climático. Las crías de ballena gris también enfrentan amenazas significativas de las orcas, con tasas de depredación estimadas en alrededor del 33%. Curiosamente, incluso se ha propuesto trasladar ballenas grises del Pacífico al Atlántico como parte de un esfuerzo de reintroducción, pero este ambicioso plan aún no se ha realizado.
La historia de la ballena gris es una de supervivencia y adaptación, recordándonos la importancia de la conservación y los increíbles viajes que estos majestuosos seres emprenden.