Hechos sobre: Neotoma
Las ratas de campo, también conocidas como ratas de madera, son fascinantes roedores pertenecientes al género Neotoma. Aunque se asemejan a las ratas comunes, suelen ser más grandes, con colas largas, orejas prominentes y ojos grandes y negros. Algunas especies comunes incluyen la rata de madera de garganta blanca, la rata de madera de Bryant, la rata de madera del desierto y la rata de madera de cola tupida. Estos roedores pueden encontrarse en diversas zonas que varían desde desiertos hasta bosques, donde construyen nidos intrincados utilizando ramitas y otros materiales.
Uno de los aspectos más cautivadores de las ratas de campo es su hábito de recolectar. Les gusta recoger materiales vegetales y objetos brillantes para incorporar a sus nidos. Aunque pueden ser bastante vocales, también pueden resultar molestas si deciden alojarse en viviendas humanas. Su dieta varía según la especie; algunas se alimentan de vegetación, mientras que otras prefieren semillas y frutas. Asimismo, su tamaño varía en función de la especie y el hábitat en el que viven.
En cuanto a la reproducción, las ratas de campo son bastante prolíficas. Pueden tener múltiples camadas al año, con varios crías en cada camada. Estos crías nacen desnudos e indefensos, y son cuidados en nidos llamados "middens". Los "middens" son esencialmente montones de escombros que las ratas de madera construyen, y pueden conservar materiales durante miles de años. Esto los convierte en valiosos para los científicos, especialmente para los zoólogos y paleobotánicos, quienes estudian estos middens para aprender sobre entornos pasados y el cambio climático. La información recopilada de los middens ha sido crucial para comprender la historia natural y detectar indicadores del cambio climático.