Hechos sobre: Oreortyx pictus
La codorniz de montaña es un ave pequeña que habita en el suelo y es parte de la familia de las codornices del Nuevo Mundo. Su singularidad es tal que ha sido clasificada en su propio género, Oreortyx, aunque ocasionalmente se agrupa con Callipepla. Estas aves tienen una larga historia evolutiva, con sus ancestros divergentes de otras codornices del Nuevo Mundo hace más de 6 millones de años.
Las codornices de montaña miden aproximadamente 26 a 28 cm (10 a 11 pulgadas) de largo y tienen una envergadura de 35 a 40 cm (14 a 16 pulgadas). Son fácilmente identificables por sus penachos, patas sin plumas y una llamativa combinación de plumas marrones, grises y blancas con barras. Existen cinco subespecies de codorniz de montaña, que habitan en diversas áreas desde Washington hasta California e incluso en México.
Estas aves prefieren las regiones montañosas de chaparral y se encuentran desde los Estados Unidos hasta México, con algunas poblaciones extendiéndose hasta Canadá y el estado de Washington. Aunque no migran, pueden desplazarse hacia arriba y abajo de las montañas según la temporada. Las codornices de montaña son bastante reservadas y tienden a desplazarse entre los arbustos en grupos familiares. Se alimentan principalmente de materia vegetal y semillas, aunque los polluelos comienzan consumiendo más insectos.
En cuanto a la reproducción, las codornices de montaña son monógamas. La hembra pone alrededor de 9 a 10 huevos en un nido oculto cerca de una fuente de agua. Ella incuba los huevos durante 21 a 25 días. Una vez que los polluelos nacen, abandonan el nido rápidamente, ya que son precoces, lo que significa que son relativamente maduros y móviles desde el nacimiento.
La codorniz de montaña no está considerada como una especie amenazada por la UICN, pero requiere hábitats adecuados, especialmente en climas más frescos y áridos, para prosperar.
Curiosamente, se han encontrado restos fósiles de codorniz de montaña en áreas donde ya no habitan hoy en día. Estos restos datan del final de la última era glacial, lo que demuestra que estas aves tienen una larga historia en América del Norte.