Hechos sobre: Ovis canadensis
La oveja de cuernos grandes, una majestuosa especie nativa de América del Norte, recibe su nombre por sus impresionantes y voluminosos cuernos. Recientemente, pruebas genéticas han revelado la existencia de tres subespecies de Ovis canadensis, una de las cuales está actualmente en peligro de extinción. Estas ovejas llegaron originalmente a América del Norte desde Siberia a través del Puente de Beringia. Lamentablemente, para el año 1900, su número había disminuido drásticamente debido a enfermedades y la caza excesiva.
En términos de clasificación, Ovis canadensis es una de las tres especies de ovejas de montaña que se encuentran en América del Norte y Siberia. Las tres subespecies reconocidas de ovejas de cuernos grandes son la oveja de las Montañas Rocosas, la oveja de Sierra Nevada y la oveja del desierto. Aunque solía haber siete subespecies identificadas, estudios genéticos han demostrado que esto era una sobreestimación.
Las ovejas de cuernos grandes son fácilmente reconocibles por sus grandes cuernos curvados. Los machos pueden pesar hasta 143 kg y se encuentran tanto en regiones montañosas como en ecosistemas desérticos, cada uno con sus adaptaciones únicas. Sin embargo, son vulnerables a enfermedades transmitidas por ovejas domésticas y enfrentan amenazas de depredadores como los pumas.
Estas ovejas viven en manadas y muestran comportamientos sociales complejos, especialmente durante la temporada de apareamiento. Las ovejas hembras, o borregas, tienen un período de gestación de seis meses y típicamente dan a luz a uno o dos corderos en la primavera. Desafortunadamente, a menudo están plagadas de enfermedades infecciosas como la neumonía, que frecuentemente es transmitida por ovejas domésticas.
Los esfuerzos para conservar las ovejas de cuernos grandes han estado en marcha desde el declive de su población a mediados del siglo XX. Aunque los programas de restauración han tenido cierto éxito, no están exentos de desafíos. La caza de ovejas de cuernos grandes ahora está regulada en toda América del Norte. Estos animales tienen un significado cultural para las tribus indígenas y son valorados por su carne y sus cuernos.