Hechos sobre: Tarta Pavlova
La pavlova es un delicioso postre a base de merengue, nombrado en honor a la célebre bailarina rusa, Anna Pavlova. Presenta una corteza crujiente y un interior suave y aireado, generalmente cubierto con fruta fresca y crema batida. Tanto Australia como Nueva Zelanda reclaman la creación de esta delicia, convirtiéndola en un elemento icónico de la cocina nacional de ambos países. Es particularmente popular durante celebraciones y ocasiones festivas.
La historia de la pavlova se remonta a principios del siglo XX, aunque su lugar exacto de origen sigue siendo un tema de debate amistoso. El postre se elabora batiendo claras de huevo con azúcar hasta formar picos firmes, a lo que se incorporan suavemente vinagre u otro ácido, harina de maíz y, a veces, un toque de esencia de vainilla. Esta mezcla se hornea lentamente para lograr el equilibrio perfecto entre un exterior crujiente y un centro blando. Debido a su naturaleza delicada, la pavlova debe manejarse con cuidado para evitar que se colapse.
Tradicionalmente, la pavlova se adorna con una generosa capa de crema batida y una variedad de frutas frescas, como kiwi y fresas. Aunque se disfruta mejor fresca, cualquier resto se puede almacenar en el refrigerador, aunque puede perder algo de su crujiente con el tiempo.
En el hemisferio sur, la pavlova es especialmente popular durante la Navidad, que se celebra en los meses de verano. El postre incluso ha alcanzado una significancia cultural, con eventos como intentos de récord para crear la pavlova más grande del mundo. A pesar del debate continuo sobre sus orígenes, la pavlova sigue siendo un postre apreciado y disfrutado por muchos alrededor del mundo.