Hechos sobre: Lagenorhynchus albirostris
El delfín de hocico blanco, miembro de la familia Delphinidae en el suborden Odontoceti, fue descrito por primera vez por el taxónomo británico John Edward Gray en 1846. Este delfín es bastante común en las aguas europeas y pertenece al género Lagenorhynchus. Su nombre, albirostris, resalta su característica distintiva: un hocico blanco.
Estos delfines son corpulentos y presentan hocicos cortos. Los adultos usualmente miden entre 2.3 y 3.1 metros de longitud y pesan entre 180 y 354 kilogramos. Sus cuerpos son de color gris oscuro con parches de color gris claro, y sus partes inferiores varían de gris claro a blanco. Tienen de 25 a 28 dientes y hasta 92 vértebras, y sus aletas exhiben un comportamiento lateralizado único.
Los delfines de hocico blanco habitan en las aguas frías templadas y subárticas del Océano Atlántico Norte, comúnmente en áreas de menos de 1,000 metros de profundidad. Principalmente se alimentan de peces gádidos como el bacalao y el eglefino. Estos delfines son sociales y a menudo se observan en grupos, destacando sus habilidades acrobáticas al montar las olas de proa y bucear a profundidades de al menos 45 metros.
El apareamiento probablemente ocurre en verano. Las hembras alcanzan la madurez entre los seis y diez años, mientras que los machos maduran un poco más tarde, alrededor de los diez a doce años.
No obstante, el estado de conservación del delfín de hocico blanco es motivo de preocupación. Las poblaciones en los mares del Norte y Báltico están incluidas en el Apéndice II de la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS). También están protegidos bajo el Acuerdo para la Conservación de los Cetáceos Pequeños del Báltico, Atlántico Nororiental, Irlanda y los Mares del Norte (ASCOBANS).