Hechos sobre: Oophaga pumilio
La rana venenosa de fresa, también conocida como la rana dardo venenosa de fresa, es un pequeño pero cautivador anfibio nativo de América Central. Estas coloridas criaturas se pueden encontrar desde el centro-este de Nicaragua hasta Costa Rica y el noroeste de Panamá. Una de las características más notables de estas ranas es su increíble variedad de colores: existen entre 15 y 30 morfotipos, cada uno considerado una variedad distinta y de reproducción verdadera.
Aunque no es la rana más tóxica, la rana venenosa de fresa ostenta el título de ser la más venenosa de su género. Su dieta se compone principalmente de ácaros y hormigas, que contienen toxinas alcaloides como la pumiliotoxina 251D. Esta toxina puede interferir con la función cardíaca y alterar los canales iónicos en las células. Las ranas absorben estas toxinas de sus presas, especialmente de ácaros y hormigas formícidas. Incluso los renacuajos obtienen una defensa química adicional de los alcaloides transmitidos por sus madres.
Estas ranas son habitantes diurnos, a menudo encontrándose entre la hojarasca en bosques y áreas perturbadas. Tienen una dinámica familiar interesante, con ambos padres desempeñando un papel en la crianza de sus crías. Los machos vigilan e hidratan los nidos, mientras que las hembras proporcionan a sus renacuajos huevos no fertilizados para alimentarse. Curiosamente, las hembras tienden a poner más esfuerzo y tiempo en el cuidado parental en comparación con los machos.
En cuanto a la reproducción, estas ranas son criadoras externas. Las hembras eligen a sus parejas en función de quién está cerca en lugar de quién es el más fuerte. Después de que los huevos son puestos, cualquiera de los padres transportará a los renacuajos a fuentes de agua. Estos renacuajos dependen únicamente de consumir huevos hasta que se metamorfosean en pequeñas ranas.
En términos de clasificación, la rana venenosa de fresa pertenece al género Oophaga. Hay evidencia que sugiere que este género ha experimentado una especiación reciente, posiblemente vinculada a la formación del puente terrestre panameño en la era del Plioceno. La especie muestra una notable gama de colores y patrones, especialmente entre diferentes poblaciones aisladas.
Debido a su vibrante apariencia y fascinante ciclo de vida, las ranas venenosas de fresa son bastante populares en el comercio de mascotas. Aunque ha habido problemas con el contrabando en el pasado, las exportaciones legales recientes desde América Central han hecho que estas ranas sean más accesibles para los entusiastas.