Hechos sobre: Anas bahamensis
El pato gargantilla, también conocido como pato de las Bahamas o pato de verano, es una encantadora especie de pato buceador que frecuenta hábitats bastante pintorescos. Descrito por primera vez por Carl Linnaeus en 1758, estos patos habitan en el Caribe, Sudamérica y las Islas Galápagos. Les agrada pasar el tiempo en aguas con un cierto grado de salinidad, como lagos salobres, estuarios y manglares.
Existen tres subespecies de estos patos: A. b. bahamensis, que se encuentra en el Caribe y el sur de Florida; A. b. rubirostris, que habita en Sudamérica; y A. b. galapagensis, que, como su nombre indica, reside en las Galápagos.
Estos patos son fácilmente identificables por sus plumas marrones, mejillas blancas y un pico gris con base roja distintiva. Tanto los machos como las hembras presentan un aspecto similar, mientras que los juveniles aún no desarrollan ese tono rosado característico. Su apariencia única los hace destacar entre otras especies de patos.
En cuanto a sus hábitos diarios, los patos gargantilla se alimentan en la superficie del agua, consumiendo plantas acuáticas y pequeños animales. También son bastante territoriales, construyendo sus nidos en el suelo, debajo de la vegetación cercana al agua.
Curiosamente, estos patos son populares en colecciones de aves acuáticas, y es posible encontrarlos en condiciones semi-salvajes en Europa debido a ejemplares escapados. Además, existen variantes leucísticas, conocidas como pato de plata de las Bahamas, que son muy valoradas en la avicultura.