Hechos sobre: Eleutherodactylus coqui
El coquí común, una especie de rana nativa de Puerto Rico, es famoso por sus potentes llamadas nocturnas. Estas llamadas, emitidas por los machos, sirven para desalentar a los competidores y atraer a las hembras. Perteneciente a la familia Eleutherodactylidae, el coquí ocupa un lugar especial en la cultura puertorriqueña, siendo frecuentemente considerado un símbolo no oficial de la isla. Richard Thomas describió esta especie por primera vez en 1966; pertenece al género Eleutherodactylus, que incluye alrededor de 185 especies en las Américas.
Estas ranas miden típicamente entre 30 y 52 mm, siendo los machos más pequeños debido a la energía que invierten durante la reproducción. Tienen almohadillas adhesivas en los dedos que les facilitan trepar, aunque no son buenos nadadores. Los coquíes comunes son nocturnos y se desplazan conforme a los niveles de humedad. Prosperan en diversos hábitats a lo largo de Puerto Rico, desde el nivel del mar hasta los 1,200 metros de altitud.
Aunque son nativos de Puerto Rico, el coquí común se ha convertido en una especie invasora en lugares como Hawái y Florida. En estas regiones, su alta densidad poblacional y su insaciable apetito por los invertebrados causan problemas ecológicos y económicos significativos. Principalmente se alimentan de artrópodos, y su dieta varía con la edad y el tamaño. Los machos también ajustan su comportamiento alimenticio en función de su actividad de canto.
Los coquíes se reproducen durante todo el año, con un pico durante la temporada de lluvias. Las hembras ponen sus huevos en plantas o en nidos abandonados. A diferencia de muchas otras ranas, los coquíes omiten la etapa de renacuajo; sus huevos se desarrollan directamente en ranas completamente formadas en un plazo de ocho semanas. Durante este período, los machos cuidan los huevos, proporcionando protección y humedad hasta que eclosionan.