Písek Gate, Praga

La Puerta Písek, también llamada Puerta Bruska, es una antigua puerta de la ciudad de la fortificación barroca de Praga, República Checa. Perteneciente a la sección de fortificación llamada Murallas Marianas, se encuentra en la calle K Brusce, en el barrio de Hradčany, no lejos de la estación de metro de Hradčanská. Otros lugares de interés en los alrededores son el Palacio Real de Verano o la Villa Bílek. Hoy en día, la puerta de Písek es la única que se conserva de la ciudad propiamente dicha y una de las cuatro que quedan de todo el sistema de fortificación.

El nombre no tiene nada en común con la ciudad de Písek, en el sur de Bohemia, sino que deriva de una puerta medieval anterior que se encontraba a varios cientos de pasos, en Písek, un suburbio desaparecido del Barrio Pequeño. Este suburbio, junto con la antigua puerta, fue demolido en la década de 1620 para dejar espacio al entonces recién construido Palacio de Wallenstein. El nombre alternativo deriva del arroyo Brusnice, un pequeño afluente del río Moldava que corre a lo largo del lado norte del Castillo de Praga.

La puerta estaba situada entre los baluartes de San Jorge y Santa Ludmilla. Fue construida como una de las últimas partes de la fortificación barroca en 1721 por el arquitecto Giovanni Battista Alliprandi según un diseño de František Vogot. La Puerta de Písek, que daba servicio al tráfico en dirección norte, era una de las tres puertas de la ciudad en la parte de la orilla izquierda de Praga situada en la actual calle Dlabačov y la Puerta de Újezd en dirección sur en la calle Újezd. Durante la Guerra de Sucesión Austriaca, en 1741, la Puerta de Písek, con poco personal y débilmente defendida, fue el lugar por donde entraron en Praga las tropas de Carlos Alberto, Elector de Baviera y pretendiente al trono de Bohemia. Después de la guerra austro-prusiana de 1866 se decidió que las ciudades fortificadas ya no eran necesarias y el anillo de fortificación de Praga comenzó a ser desmantelado gradualmente. Las Murallas Marianas sobrevivieron hasta principios del siglo XX, cuando sólo quedaron fracciones, incluida la Puerta de Písek. Gracias a una nueva carretera que la circunvalaba, la puerta dejó de considerarse un obstáculo para el tráfico creciente y permaneció en pie. En 2000-2002, la Puerta de Písek fue restaurada y convertida en una cafetería y una galería; también se celebran allí ceremonias de boda.