Hechos sobre: Zootoca vivipara
El lagarto vivíparo, conocido científicamente como Zootoca vivipara, es un reptil fascinante nativo de Eurasia. Lo que hace que este lagarto sea particularmente interesante es su método de reproducción: a diferencia de la mayoría de los lagartos que ponen huevos, el lagarto vivíparo da a luz crías vivas. Es la única especie en su género, Zootoca.
Una de las características distintivas de estos lagartos es su polimorfismo de color, especialmente entre las hembras. Este fenómeno significa que las hembras pueden presentar variaciones en la coloración, y los científicos han propuesto varias teorías para explicar las bases genéticas de esta diversidad. La investigación sugiere que las interacciones sociales influyen significativamente en la coloración de las hembras, particularmente en los contextos de apareamiento y reproducción.
Para identificar un lagarto vivíparo, observa que generalmente tienen una longitud corporal de menos de 12 cm, con colas que pueden ser el doble de largas que su cuerpo. Los machos suelen ser más delgados que las hembras, quienes frecuentemente muestran rayas y manchas oscuras. Estos lagartos están ampliamente distribuidos por Europa y Asia, desde Irlanda hasta Hokkaido y Sajalín. Prosperan en una variedad de hábitats, desde los altos Alpes hasta áreas de tierras bajas.
Comportamentalmente, estos lagartos son insectívoros, alimentándose de invertebrados. Se asolean para regular su temperatura corporal. La temporada de apareamiento es en abril o mayo, y las crías se desarrollan dentro de la hembra durante aproximadamente tres meses antes de nacer. Curiosamente, mientras que la mayoría de las poblaciones da a luz crías vivas, algunas poblaciones del sur ponen huevos. En las regiones frías del norte, estos lagartos hibernan durante los meses de invierno.
Las variaciones de color entre las hembras de Zootoca vivipara han sido estudiadas extensivamente. Diferentes morfos de color—como amarillo, naranja y mixto—muestran distintos niveles de aptitud. Factores como la densidad de población y las condiciones ambientales pueden influir en qué morfos de color son más exitosos. Cada morfo de color tiene sus propias ventajas en cuanto al tamaño de la camada, el éxito reproductivo y las tasas de supervivencia.