Hechos sobre: Nettle soup
La sopa de ortiga es un plato tradicional elaborado con ortigas, típicamente disfrutado en primavera y principios de verano, cuando los brotes jóvenes de ortiga están en su mejor momento. Este plato tiene profundas raíces en varias regiones, incluyendo Escandinavia, Irán, Irlanda y Europa del Este, cada una aportando un toque único a la receta. De hecho, incluso durante la Edad de Bronce, se sabe que los habitantes de Gran Bretaña disfrutaban del estofado de ortiga.
En la Europa medieval, las ortigas jóvenes eran valoradas por sus propiedades medicinales. Se utilizaban para tratar una variedad de dolencias como el dolor en las articulaciones, la artritis, la fiebre del heno, y también se empleaban como diurético y purificador de la sangre. Las tribus nativas americanas también reconocían el potencial curativo de las ortigas. Nutricionalmente, estas plantas son una fuente excelente de calcio, magnesio, hierro y vitaminas A y B. Afortunadamente, hervir las ortigas neutraliza su picor, haciéndolas perfectamente seguras y deliciosas en sopas o tés.
Diferentes regiones tienen sus propias versiones de la sopa de ortiga. En Suecia, una receta clásica implica blanquear las ortigas, preparar un roux y luego añadir ortigas finamente picadas, hierbas y otros ingredientes. La sopa a menudo se adorna con huevos cocidos o una cucharada de crème fraîche. Las recetas de las tribus nativas americanas a menudo combinan ortigas con calabaza, caldo, ajo y cebolla para crear una sopa sustanciosa. Mientras tanto, en la provincia de Mazandarán en Irán, una sopa de ortiga podría incluir ajo, cebolla, garbanzos, cúrcuma, arroz, lentejas y pasta o melaza de granada, con variaciones según las preferencias locales.