Amyda cartilaginea

La tortuga de caparazón blando asiática, también conocida como la tortuga de caparazón blando de rayas negras, es una criatura fascinante de la familia Trionychidae. Puedes encontrar estas tortugas en varios países asiáticos, incluyendo Bangladesh, Brunéi, Camboya, India, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia y Vietnam. Se destacan por sus caparazones únicos y flexibles, que pueden crecer hasta 80 cm de longitud y pesar entre 15 y 25 kg.

Estas tortugas son omnívoras y se alimentan de una mezcla de plantas y animales. Una de sus adaptaciones más interesantes es su hocico alargado, que les permite permanecer sumergidas durante largos períodos gracias a un mayor intercambio de gases.

En cuanto a la reproducción, estas tortugas son bastante promiscuas. Las hembras se aparean con múltiples machos y viceversa. Después del apareamiento, las hembras ponen sus huevos en nidos, y estos tardan entre 18 y 20 semanas en eclosionar. Sin embargo, la vida no es fácil para las crías, ya que enfrentan amenazas de depredadores como nutrias y tigres, así como infecciones parasitarias.

El ciclo de vida de la tortuga de caparazón blando asiática comienza con la eclosión de los huevos, seguida de una carrera frenética hacia el agua para evitar depredadores. Con el tiempo, las crías crecen y se convierten en adultos capaces de reproducirse. También existen subespecies, como Amyda cartilaginea cartilaginea y Amyda ornata ornata, que añaden diversidad dentro de la especie.

Desafortunadamente, estas tortugas son a menudo explotadas para el comercio y la alimentación, lo que ha llevado a una disminución significativa de su población. Actualmente están catalogadas como "Vulnerables" en la Lista Roja de la UICN, lo que significa que están en riesgo de extinción. Aunque existen leyes para protegerlas, la recolección ilegal para alimento y comercio persiste.

En la naturaleza, las tortugas de caparazón blando asiáticas prefieren mantenerse solitarias y se comunican de manera sutil. Tienen una interacción mínima con los humanos y definitivamente no son adecuadas como mascotas. Su hábitat específico y naturaleza solitaria significan que no han sido domesticadas.