Hechos sobre: Boyoz
El boyoz es un apreciado pastel turco con raíces en la comunidad judía sefardí, y es un elemento esencial en la ciudad de İzmir, Turquía. Este delicia hojaldrada es más que un simple bocadillo; es un símbolo nostálgico para los nativos de İzmir, especialmente aquellos que se han mudado.
Tradicionalmente, el boyoz se mantiene sencillo, sin rellenos de carne, queso o espinacas. Es elaborado por unos pocos panaderos maestros en İzmir, quienes siguen un proceso meticuloso. La masa se hace con harina, aceite de girasol y un toque de tahini. Se amasa a mano, se deja reposar, se aplana, se amasa nuevamente y luego se enrolla y se deja reposar una vez más. Después de eso, la masa se corta en pequeñas bolas, se marinan en aceite vegetal y se hornean a la perfección, resultando en un pastel de forma ovalada con una textura similar al millefeuille.
El boyoz se disfruta típicamente con té fuerte y huevos duros espolvoreados con pimienta negra. Es común ver a la gente comiendo boyoz al aire libre, a menudo adquiridos a vendedores ambulantes.
Los orígenes del boyoz se remontan a los judíos sefardíes que fueron expulsados de España en 1492 y encontraron refugio en ciudades otomanas como İzmir. Pasteles similares se pueden encontrar en países con influencias españolas, como Argentina, Chile, Perú y México, lo que subraya aún más su herencia judeoespañola. En español y ladino, "boyoz" se escribe "bollos" que significa "un paquete" o "un bulto."
Históricamente, los panaderos maestros judíos en İzmir eran los principales productores de boyoz. Muchos fueron entrenados por el legendario Avram Usta, cuyo nombre aún adorna algunos de los mejores boyoz de la ciudad, comercializados como el "Boyoz de Avram Usta."