Hechos sobre: Café turco
El café turco es un estilo de café único y lleno de sabor que cuenta con una rica historia y una significativa importancia cultural. Originario de Yemen, fue introducido en Turquía durante la era otomana. Curiosamente, los turcos inicialmente lo llamaron "café árabe".
Lo que distingue al café turco es su método de preparación. Los granos de café finamente molidos, que pueden ser de cualquier variedad, se combinan con agua y azúcar en una olla especial conocida como cezve. La mezcla se hierve hasta que produce espuma, luego se retira del fuego y a veces se recalienta para crear más espuma. Tradicionalmente, se sirve en pequeñas tazas de porcelana llamadas kahve finjanı.
Históricamente, el café turco enfrentó algunos desafíos. En un momento dado, se consideró una droga y fue prohibido bajo interpretaciones estrictas del Corán en el Imperio Otomano. Sin embargo, su popularidad era tan inmensa que la prohibición finalmente se levantó. La cultura del café turco incluso llegó a Gran Bretaña y Francia en el siglo XVII, con la primera cafetería en Gran Bretaña abriendo gracias a un inmigrante judío turco.
Una de las tradiciones únicas asociadas con el café turco es la taseografía, o adivinación utilizando los posos del café. También es una parte integral de las costumbres de boda turcas, donde se utiliza para evaluar el carácter del novio.
El café turco es conocido por diferentes nombres y tiene diversas versiones en todo el mundo. En Bosnia y Herzegovina, se llama "café bosnio" y se prepara de manera ligeramente diferente. En Grecia, una vez se llamó "café turco" pero se renombró "café griego" debido a tensiones políticas. En Armenia, se conoce como "café armenio" o "Soorj" y a menudo se sirve con baklava. En Serbia y Montenegro, se le llama "café turco" o simplemente "café" y es bastante similar a la versión turca.
Más allá de ser solo una bebida, el café turco es un símbolo cultural rico en tradiciones como la adivinación y las costumbres matrimoniales. Su preparación única, su viaje histórico y su significado cultural lo convierten en un elemento preciado de la tradición cafetera en todo el mundo.