Yogur

El yogur, a veces escrito como yoghurt o yoghourt, es un producto lácteo sabroso y nutritivo obtenido mediante la fermentación de la leche con bacterias beneficiosas. Estas bacterias producen ácido láctico, lo que confiere al yogur su textura distintiva y su sabor ácido. Aunque generalmente se elabora con leche de vaca, también se puede encontrar yogur hecho con leche de cabra, oveja e incluso camella. El proceso es bastante simple: se calienta la leche, se añade el cultivo bacteriano y se deja fermentar.

El término "yogur" proviene de la palabra turca "yoğurmak", que significa "amasar" o "cuajar". El yogur tiene una larga historia, con menciones en textos antiguos de Mesopotamia e India. Científicos como Ilya Mechnikov han subrayado los beneficios para la salud del yogur, especialmente sus probióticos, que se consideran beneficiosos para la salud intestinal.

El yogur realmente ganó popularidad a principios del siglo XX cuando comenzó a producirse a escala industrial. Hoy en día, existen innumerables variedades y sabores disponibles en todo el mundo. Recientemente, los yogures de origen vegetal, elaborados con leche de almendra, soja o coco, se han vuelto populares, especialmente entre los veganos y aquellos que son intolerantes a la lactosa.

Nutricionalmente, el yogur es muy completo, lleno de proteínas, grasas y carbohidratos. A menudo se asocia con probióticos, que se cree ofrecen varios beneficios para la salud. El yogur griego, que se cuela para eliminar parte del suero, se ha vuelto particularmente popular por su textura espesa y cremosa. Las regulaciones aseguran que los yogures comerciales, especialmente aquellos con probióticos, cumplan con ciertos estándares para la importación y exportación.

Una de las grandes ventajas del yogur es que puede ayudar a las personas que son intolerantes a la lactosa, ya que los cultivos vivos ayudan a digerir la lactosa. Sin embargo, es importante señalar que algunos yogures, especialmente aquellos con azúcares añadidos, han suscitado preocupaciones de salud.