Hechos sobre: Rhinolophidae
Los murciélagos de herradura, pertenecientes a la familia Rhinolophidae, son criaturas fascinantes que habitan principalmente en el Viejo Mundo, especialmente en las regiones tropicales y subtropicales de África, Asia, Europa y Oceanía. Estos murciélagos de tamaño pequeño a mediano son fácilmente reconocibles por sus distintivas estructuras de hoja nasal, que les ayudan en la ecolocación, una habilidad crucial para su modo de vida basado en la caza de insectos.
Estos murciélagos tienen un árbol genealógico complejo, dividido en seis subgéneros y varios grupos de especies. Los orígenes de esta familia se remontan a un ancestro común que vivió hace entre 34 y 40 millones de años. Hoy en día, la familia Rhinolophidae incluye el género extinto Palaeonycteris y el género vivo Rhinolophus, que cuenta con unas 106 especies.
Los murciélagos de herradura no solo son interesantes desde un punto de vista biológico, sino que también tienen un impacto significativo en los seres humanos. Son conocidos portadores de enfermedades como coronavirus, incluidos el SARS y potencialmente el SARS-CoV-2. En algunas regiones, las personas cazan estos murciélagos para consumo o los utilizan en la medicina tradicional, como en Nepal, India, Vietnam y Senegal.
Uno de los aspectos más intrigantes de los murciélagos de herradura es su capacidad de ecolocación. Utilizan llamadas de frecuencia constante para detectar presas en entornos complejos, alimentándose principalmente de insectos y arañas. Sus tácticas de forrajeo varían: algunas especies capturan presas en el aire mientras que otras prefieren posarse y esperar.
Socialmente, los murciélagos de herradura exhiben una gama de comportamientos y estrategias reproductivas. Algunas especies son monógamas, mientras que otras practican la poliginia. Sus hábitats son igualmente diversos, abarcando los Paleotrópicos e incluyendo cuevas, huecos de árboles e incluso edificios.
Sin embargo, muchas especies de murciélagos de herradura enfrentan amenazas significativas. La perturbación del hábitat, especialmente en sus áreas de descanso en cuevas, representa un riesgo serio. Según la UICN, se han evaluado 92 especies, con algunas catalogadas como en peligro crítico, en peligro o vulnerables.