Hechos sobre: Cercartetus nanus
La zarigüeya pigmea oriental es un pequeño marsupial nativo del sureste de Australia, cuyo hábitat se extiende desde el sur de Queensland hasta el este de Australia del Sur y Tasmania. Estas encantadoras criaturas prosperan en una variedad de entornos, incluyendo selvas tropicales, bosques esclerófilos, bosques abiertos y matorrales.
Con un peso de apenas 15 a 43 gramos, estas zarigüeyas son pequeñas pero vigorosas. Tienen una longitud corporal de 7 a 9 centímetros y una cola que añade otros 8 a 11 centímetros. Su dieta es una mezcla de néctar, polen, insectos y frutas blandas, lo que las convierte en comensales bastante versátiles.
Las zarigüeyas pigmeas orientales son excelentes trepadoras y están principalmente activas durante la noche. Encuentran refugio en huecos de árboles, tocones e incluso en nidos de aves abandonados. En cuanto a la reproducción, las hembras tienen dos camadas al año, generalmente dando a luz a cuatro crías. Los bebés permanecen en la bolsa de la madre entre 33 y 37 días y son destetados entre los 60 y 65 días. Alcanzan su tamaño adulto completo a los cinco meses y pueden comenzar a reproducirse a los tres meses de edad.
Descrita por primera vez por François Péron en 1802, estas zarigüeyas pertenecen al género Cercartetus. También se las conoce por varios otros nombres, incluyendo falangero enano, zarigüeya pigmea y zarigüeya enana. Curiosamente, se han encontrado fósiles de esta especie en depósitos de cuevas del Pleistoceno tardío y el Holoceno en el sureste de Australia.
Aunque la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) clasifica a la zarigüeya pigmea oriental como una especie de menor preocupación, su estado de conservación puede variar a nivel estatal dentro de Australia, con algunas regiones considerándolas vulnerables. Estas zarigüeyas deben tener cuidado con una variedad de depredadores, incluyendo aves, serpientes y mamíferos como los quolls, los demonios de Tasmania y los zorros. También son susceptibles a parásitos como pulgas, ácaros, nematodos y garrapatas.