Hechos sobre: Dromaius novaehollandiae
El emú, un ave nativa de Australia, es la segunda ave más alta del mundo después del avestruz. Con una altura de hasta 1.9 metros, estas aves de plumas suaves y no voladoras son fácilmente reconocibles por sus largos cuellos y patas, además de su coloración marrón. Los emús son corredores impresionantes, capaces de alcanzar altas velocidades y cubrir grandes distancias.
La temporada de reproducción de los emús ocurre en mayo y junio, momento en el cual los machos asumen la responsabilidad de incubar los huevos. El emú es un símbolo significativo en Australia, apareciendo en el escudo de armas del país y en varias monedas. También ocupa un lugar prominente en la mitología de los pueblos indígenas australianos.
El emú fue documentado por primera vez por los europeos a finales del siglo XVII y más tarde fue nombrado *Dromaius novaehollandiae*. Inicialmente clasificado con los casuarios en la familia Casuariidae, estudios genéticos recientes sugieren que pertenece a una familia separada, Dromaiidae. Australia alguna vez tuvo diferentes subespecies de emús, pero algunas se extinguieron después de la colonización europea. Hoy en día, los emús se encuentran en toda la Australia continental, principalmente en bosques de sabana y áreas boscosas.
Los emús son activos durante el día y pasan su tiempo buscando plantas e insectos. A menudo viajan largas distancias en busca de alimento y agua. Únicos entre las aves, los machos de emú son los principales cuidadores, encargándose de los huevos y las crías. A pesar de su tamaño, los emús enfrentan amenazas de depredadores como los dingos y las águilas, y también pueden sufrir diversos parásitos.
Históricamente, los emús fueron cazados por los indígenas australianos y los primeros colonos por su carne, grasa y otros recursos. Hoy en día, los emús se crían comercialmente por su carne, aceite, cuero y plumas. El aceite de emú, derivado de su grasa, se usa en cosméticos y suplementos dietéticos, mientras que su cuero, conocido por su superficie de patrón único, se utiliza en varios productos. Los emús tienen un significado cultural en la mitología aborigen australiana y son considerados extraoficialmente el ave nacional de Australia.
Los emús no están en peligro, con una población estable estimada entre 630,000 y 725,000 ejemplares. Sin embargo, las poblaciones locales enfrentan amenazas como la pérdida de hábitat, la matanza deliberada y las colisiones con vehículos. Los emús están protegidos bajo la Ley de Protección Ambiental y Conservación de la Biodiversidad de 1999. A pesar de algunos riesgos localizados, el estado de conservación general del emú se considera de menor preocupación por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.