Hechos sobre: Neophema chrysogaster
El loro ventrinaranja es un pequeño y vibrante ave nativa del sur de Australia, y es una de las pocas especies de loros que migran. Descrito por primera vez por John Latham en 1790, estos loros son conocidos por su apariencia llamativa. Los machos tienen partes superiores de color verde brillante, partes inferiores amarillas y una distintiva mancha naranja en el vientre. En contraste, las hembras y los juveniles poseen una coloración más apagada y opaca.
Desafortunadamente, el loro ventrinaranja está en peligro crítico de extinción, con la población salvaje reducida a solo 14 aves, lo que lo convierte en uno de los loros más raros del mundo. Estos loros se reproducen en Tasmania y pasan sus inviernos a lo largo de la costa sur de Australia continental. Su dieta incluye semillas, bayas y diversas plantas.
Para combatir la disminución de su número, se han implementado varios esfuerzos de conservación. Un programa de cría en cautiverio que involucra a múltiples instituciones está trabajando arduamente para aumentar tanto la población como la diversidad genética de estas aves. Actualmente, hay aproximadamente 300 loros ventrinaranja en cautiverio, con el objetivo de alcanzar los 350 para los años 2016-17.
Taxonómicamente, el loro ventrinaranja pertenece al género Neophema y está estrechamente relacionado con otras especies de loros de pasto. La especie ha enfrentado numerosas amenazas, incluyendo la pérdida de hábitat, la competencia con especies introducidas y enfermedades. Las acciones de conservación, como la cría en cautiverio y la preservación del hábitat, son cruciales para su supervivencia.
El desarrollo industrial representa otra amenaza significativa para su hábitat, lo que lleva a un escrutinio minucioso de los proyectos propuestos que podrían afectar a la especie. La avicultura, o la práctica de mantener y criar aves, también ha contribuido a la conservación del loro ventrinaranja, con algunos entusiastas que han logrado criarlos con éxito.
A pesar de estar en peligro crítico de extinción, los esfuerzos continuos se centran en la protección y recuperación del loro ventrinaranja, ofreciendo esperanza para su futuro.