Hechos sobre: Pelecanus conspicillatus
El pelícano australiano es un ave acuática grande y notable que se encuentra en toda Australia, Nueva Guinea, Fiji, Indonesia y, ocasionalmente, en Nueva Zelanda. Con su plumaje blanco llamativo, alas negras y su distintivo pico rosado, es difícil pasarlo por alto. De hecho, ¡esta ave ostenta el récord del pico más largo de cualquier ave viviente!
Descrito por primera vez en 1824, el pelícano australiano es de tamaño mediano en comparación con otras especies de pelícanos. Esta ave cuenta con una impresionante envergadura que varía de 2.3 a 2.6 metros, y puede pesar entre 4 y 13 kilogramos. Su pico, que puede alcanzar hasta 50 cm de largo, es una de sus características más notables. Dependiendo de su edad y estado reproductivo, estos pelícanos pueden mostrar diferentes coloraciones, especialmente durante el cortejo.
Los pelícanos australianos son bastante versátiles en cuanto a su hábitat. Pueden encontrarse alrededor de varios cuerpos de agua en el continente australiano, Tasmania y regiones cercanas, prefiriendo aguas abiertas libres de vegetación densa. Estas aves adaptables descansan en una amplia gama de entornos, desde estuarios hasta áreas industriales, siempre y cuando haya agua cercana para pescar. Se desplazan de manera irregular, siguiendo la disponibilidad de alimentos, y a veces aparecen en lugares como Nueva Zelanda, Indonesia y las Islas Salomón.
En cuanto a la alimentación, los pelícanos australianos son jugadores de equipo. A menudo cazan en grupos, zambulléndose para atrapar a sus presas, que incluyen peces, insectos, crustáceos y, ocasionalmente, otras aves, reptiles y anfibios. Se reproducen en colonias comunales, construyendo sus nidos en islas o en áreas protegidas cerca del agua. Los polluelos son alimentados inicialmente con comida regurgitada y gradualmente pasan a una dieta de peces e invertebrados.
Afortunadamente, el pelícano australiano no se considera globalmente amenazado y es común en hábitats adecuados. Aunque interactúan con los humanos en algunas áreas, son sensibles a las perturbaciones durante el anidamiento. Su capacidad para adaptarse a cuerpos de agua artificiales les ha ayudado a enfrentar la pérdida de hábitat debido a actividades humanas. Actualmente evaluado como una especie de preocupación menor en la Lista Roja de la UICN, el pelícano australiano está protegido y no muestra efectos adversos inmediatos por la contaminación.