Hechos sobre: Petroica phoenicea
El petirrojo ardiente es una encantadora ave pequeña que habita en las zonas más frescas del sureste de Australia y Tasmania. Perteneciente a la familia Petroicidae, estas aves son fácilmente identificables por su marcado dimorfismo sexual: los machos exhiben un pecho y garganta de un vívido color rojo anaranjado, mientras que las hembras presentan una coloración más apagada, de tonos grisáceos y marrones.
Estas aves insectívoras poseen una notable habilidad para capturar insectos, ya sea lanzándose desde un posadero o buscando en el suelo. Taxonómicamente, los petirrojos ardientes pertenecen a una rama temprana del grupo Passerida de aves cantoras. Fueron descritos por primera vez por naturalistas franceses en 1830 y clasificados dentro del género Petroica. Curiosamente, no existen subespecies reconocidas del petirrojo ardiente debido a la variación geográfica poco definida.
Los petirrojos ardientes prefieren los bosques húmedos de eucaliptos en regiones montañosas o colinas y se pueden encontrar a altitudes de hasta 1,800 metros. En cuanto a su comportamiento, estas aves son bastante territoriales. Utilizan sus cantos y despliegues de plumaje colorido para marcar y defender sus territorios.
Desafortunadamente, el petirrojo ardiente está clasificado como Casi Amenazado, con un notable descenso poblacional en los últimos 25 años. Su temporada de reproducción va de agosto a enero. Durante este tiempo, la hembra se encarga de la construcción del nido y pone de tres a cuatro huevos. Ambos padres participan en la alimentación de los polluelos altriciales, que dependen de una dieta de insectos.
Los petirrojos ardientes suelen ser vistos en parejas durante la temporada de reproducción, aunque forman bandadas sueltas en invierno. Tienen una particular predilección por buscar alimento en campos recién arados y se alimentan de una variedad de insectos y otros invertebrados.