Hechos sobre: Albaricoque seco
Los albaricoques secos se han consumido durante siglos, y su historia es fascinante. Estas deliciosas frutas se pueden tratar con dióxido de azufre para mantener su color brillante, mientras que los albaricoques orgánicos, que no son tratados, suelen ser más oscuros y tener una textura más áspera. En general, cuanto más claro es el albaricoque, mayor es su contenido de dióxido de azufre.
Históricamente, los albaricoques han sido cultivados en Asia Central y eran un artículo preciado a lo largo de la Ruta de la Seda debido a su larga durabilidad. Eran populares en antiguos imperios como el otomano, el persa y el ruso. En la actualidad, Turquía es el principal productor de albaricoques secos, con la provincia de Malatya representando aproximadamente el 95% de la producción nacional.
La forma en que se secan los albaricoques varía según la región. Los albaricoques más pequeños generalmente se secan enteros, mientras que los más grandes se parten por la mitad y se secan sin el hueso. Nutricionalmente, los albaricoques secos son ricos en carotenoides (vitamina A) y potasio. Son una excelente fuente de fibra, lo que puede ayudar a aliviar el estreñimiento. Además, tienen un contenido bajo de azúcar y un índice glucémico reducido, lo que los convierte en una opción de merienda saludable. En Turquía, los albaricoques secos deben tener un contenido máximo de humedad del 25%.