Hechos sobre: Coragyps atratus
El buitre negro, comúnmente conocido como buitre negro americano, es una ave fascinante de la familia de los buitres del Nuevo Mundo. Se puede encontrar desde el sureste de Estados Unidos hasta Perú, el centro de Chile y Uruguay. Estas aves son carroñeras y se alimentan principalmente de animales muertos, aunque también consumen huevos y, en ocasiones, atacan animales recién nacidos en áreas pobladas por humanos. Tienen una excelente vista para detectar alimento o pueden seguir a otros buitres hasta una fuente de comida. Curiosamente, no pueden generar muchos sonidos debido a la falta de siringe, por lo que se les oye principalmente gruñir o sisear.
En el mundo de las aves, el buitre negro es único. Es el único miembro vivo del género *Coragyps* en la familia *Cathartidae*. Su nombre de especie, *atratus*, significa "vestido de negro", una descripción acertada dada por el ornitólogo alemán Johann Matthäus Bechstein en 1793. Este buitre es una reliquia evolutiva, habiéndose separado de otras especies de buitres hace unos 12 millones de años.
Físicamente, los buitres negros son bastante grandes, con plumas negras, una cabeza y cuello calvos, y un pico corto y ganchudo. Prosperan en áreas abiertas con bosques dispersos o matorrales. No son migratorios y se quedan en las tierras bajas, evitando las montañas. Son aves sociales y a menudo se les ve posando y buscando comida en grandes grupos.
En cuanto a la reproducción, sus hábitos varían dependiendo de su ubicación. Realizan danzas de cortejo en el suelo y típicamente ponen sus huevos allí también. Generalmente, crían dos polluelos cada año. Los buitres negros son esenciales para el medio ambiente porque consumen animales muertos, ayudando a prevenir la propagación de enfermedades.
Estas aves están protegidas por varias leyes de conservación y están catalogadas como una especie de Preocupación Menor por la Lista Roja de la UICN. Sin embargo, los ganaderos a menudo los ven como plagas porque a veces atacan a terneros recién nacidos. Sus excrementos pueden dañar la vegetación y propagar enfermedades, además de representar un peligro para aviones e infraestructuras.
Culturalmente, los buitres negros también han dejado huella. Están representados en los jeroglíficos mayas, a menudo simbolizando la muerte o como aves de presa. En Lima, Perú, son un ícono cultural importante e incluso han aparecido en sellos en Surinam y Nicaragua.