Hechos sobre: Kifli
Kifli, también conocido como kipfel, es un delicioso panecillo en forma de media luna hecho con levadura y con una rica historia. Esta especialidad se remonta a tiempos antiguos y se cree que estuvo vinculada a rituales paganos, específicamente como ofrendas a la diosa de la luna Selene. Existen diferentes versiones de kifli en toda Europa Central y regiones vecinas, cada una con su propio nombre distintivo. Curiosamente, se dice que el famoso croissant francés se inspiró en el kipfel.
La palabra "kipfel" proviene del alto alemán antiguo, donde "Kipfa" se refería a un puntal de carro, simbolizando los cuernos de un carro. En húngaro, "kifli" significa "torcido" o "media luna". Históricamente, estos panecillos se horneaban con frecuencia en monasterios, con registros que los mencionan desde los siglos X y XIII.
Existen algunos mitos fascinantes sobre el origen del kifli. Una historia popular sugiere que los panaderos crearon estos rollos en forma de media luna para celebrar victorias durante o después de la ocupación otomana. El proceso de hacer kifli implica cortar la masa de levadura en cuñas, enrollarlas en medias lunas y luego hornearlas. A diferencia del croissant francés, que es mantecoso, el kifli se hace con una masa más sencilla, similar a la del pan.
El kifli se presenta en diversas variedades, incluyendo versiones saladas y dulces. El kifli tradicional puede ser simple o espolvoreado con semillas de amapola o alcaravea. El kifli más fino, que incluye mantequilla o manteca, es un poco más dulce. Las variedades dulces de kifli, como el Vanillekipferl y el bratislavské rožky, a menudo están rellenas con pasta dulce de nuez o amapola.
Este versátil panecillo se puede disfrutar de muchas maneras, ya sea como un bocadillo, parte del desayuno o incluso como postre. A menudo se acompaña con mermelada, miel o se usa para mojar. El kifli tiene un significado cultural en varios países europeos y sigue siendo una opción popular para las pausas de café y las comidas.