Hechos sobre: Agkistrodon contortrix
La serpiente cabeza de cobre, científicamente conocida como Agkistrodon contortrix, es una víbora venenosa que se encuentra en el este de América del Norte. Su nombre, derivado del griego y latín, significa "diente de gancho torcido". Estas serpientes miden típicamente entre 50 y 95 cm, siendo los machos generalmente más grandes que las hembras. Las cabezas de cobre tienen un cuerpo robusto, una cabeza distintivamente triangular y patrones de escamas únicos.
Las cabezas de cobre son fácilmente reconocibles por su color marrón claro a marrón rosado, adornado con bandas transversales más oscuras. Principalmente habitan bosques caducifolios y bosques mixtos, a menudo prefiriendo áreas rocosas y pantanos. Conocidas por su técnica de caza de emboscada, las cabezas de cobre pueden permanecer inmóviles cuando se les acerca, camuflándose perfectamente con su entorno. Su dieta incluye principalmente pequeños roedores, insectos y ranas.
Estas serpientes se reproducen a finales del verano, y las hembras dan a luz a crías vivas. Curiosamente, las cabezas de cobre también pueden reproducirse asexualmente a través de un proceso llamado partenogénesis facultativa. Aunque venenosas, las cabezas de cobre no son típicamente agresivas, y sus mordeduras rara vez son fatales. Si se es mordido, uno podría experimentar dolor, hinchazón y náuseas. Notablemente, el veneno de la cabeza de cobre del sur ha mostrado potencial en detener el crecimiento de células cancerosas en estudios con animales.
Las cabezas de cobre están clasificadas como de “Preocupación Menor” en la Lista Roja de la UICN, lo que indica una población estable. Aunque la especie tiene varias subespecies, algunos estudios genéticos sugieren que estas podrían ser en realidad especies distintas o variantes regionales. En caso de ser mordido por una cabeza de cobre, el tratamiento típicamente incluye el antiveneno CroFab, manejo del dolor y supervisión médica.