Hechos sobre: Hemlock woolly adelgid
El adelgido lanudo del abeto (HWA, por sus siglas en inglés) es un pequeño insecto originario de Asia Oriental que se alimenta de los árboles de abeto y tsuga, absorbiendo su savia. En su hábitat nativo, los depredadores naturales y las defensas propias de los árboles mantienen al HWA bajo control. Sin embargo, tras ser accidentalmente introducido en el este de América del Norte desde Japón en 1951, el HWA se ha convertido en un problema grave, poniendo en peligro a los árboles de tsuga. Aunque el HWA también está presente en el oeste de América del Norte, no ha causado tanto daño allí debido a la presencia de depredadores naturales y a la resistencia de los árboles.
El HWA es pequeño y de forma ovalada, utilizando piezas bucales filiformes para perforar los árboles y alimentarse de sus nutrientes. Esta alimentación provoca que los árboles se sequen, pierdan agujas y crezcan de manera deficiente. Se puede detectar el HWA buscando sacos de huevos blancos y lanudos bajo las ramas de la tsuga. En América del Norte, el HWA se reproduce asexualmente, produciendo dos generaciones por año, lo que permite que su población crezca rápidamente.
Para controlar el HWA, se emplean métodos tanto biológicos como químicos. Los controles biológicos incluyen escarabajos como *Sasajiscymnus tsugae* y *Laricobius nigrinus* que se alimentan del HWA. Los controles químicos implican el uso de jabones insecticidas, aceites hortícolas, insecticidas sistémicos, tratamientos del suelo e inyecciones en el tronco. Estos métodos son esenciales para proteger los árboles de tsuga, que desempeñan un papel crucial en los ecosistemas forestales al prevenir la erosión, proporcionar hábitat para la vida silvestre y suministrar madera.
La pérdida de tsugas debido a la infestación del HWA puede causar cambios significativos en los ecosistemas del este de América del Norte, afectando a numerosos organismos que dependen de los bosques de tsuga. El declive de estos árboles puede desestabilizar los hábitats de anfibios, aves, peces y otra fauna silvestre. El clima frío puede ayudar a mantener bajas las poblaciones del HWA, pero la rápida propagación del insecto sigue representando una amenaza significativa para los bosques de tsuga.
Las investigaciones han demostrado que el HWA está matando árboles de tsuga más rápido de lo esperado en algunas áreas, lo que puede alterar el ciclo del carbono y la dinámica del ecosistema. Por lo tanto, los esfuerzos para controlar el HWA y proteger los bosques de tsuga son vitales para mantener la biodiversidad y el equilibrio ecológico de las regiones afectadas.