Hechos sobre: Retrato de Enrique VIII
"Retrato de Enrique VIII" por Hans Holbein el Joven es una célebre pintura del rey inglés que, lamentablemente, se perdió en un incendio en 1698. A pesar de ello, la imagen es ampliamente reconocida en la actualidad gracias a numerosas copias. Es una de las representaciones más icónicas de Enrique VIII y destaca entre los retratos de monarcas británicos. El original fue creado entre 1536 y 1537 como parte de un mural que celebraba la dinastía Tudor en el Palacio de Whitehall en Londres.
Hans Holbein, un artista alemán que fue pintor de la corte inglesa, realizó el retrato para la cámara privada de Enrique VIII en el Palacio de Whitehall. El mural presentaba a Enrique, su tercera esposa Jane Seymour, y sus padres, Enrique VII y Elizabeth de York, simbolizando la fuerza y la continuidad del linaje Tudor. Curiosamente, la pintura mostraba a Enrique sin la habitual regalia real, enfatizando en cambio su poder a través de su postura imponente y los lujosos detalles a su alrededor. La pintura original estaba rica en intrincados detalles y pan de oro, subrayando la majestuosa presencia de Enrique.
El retrato era más que una simple pintura; era una pieza de propaganda. Mejoraba la imagen de Enrique, haciéndolo parecer más joven y vigoroso de lo que realmente era. Aunque el original fue destruido en el incendio del Palacio de Whitehall en 1698, Enrique ya había asegurado su legado distribuyendo copias a nobles y embajadores, consolidando su estatus icónico.
Un boceto preparatorio a tamaño completo de Holbein, conocido como un cartón, aún existe y se encuentra en la National Portrait Gallery. Otro retrato de medio cuerpo de Enrique realizado por Holbein, que podría haber sido un estudio para la obra más grande, está ubicado en el Museo Thyssen-Bornemisza en Madrid. Hoy en día, existen numerosas copias de la pintura original, creadas por varios artistas, con diversos grados de precisión y calidad. La más famosa de estas copias se encuentra en la Walker Art Gallery y podría haber sido encargada por el hermano de Jane Seymour, Edward Seymour.
En definitiva, el "Retrato de Enrique VIII" de Holbein sigue siendo una pieza significativa de la historia del arte. Muestra el poder del retrato real y su influencia duradera en la imagen pública de Enrique VIII.