Hechos sobre: Papa chilota
El Archipiélago de Chiloé, ubicado en el sur de Chile, es renombrado por su rica diversidad de papas. Registros históricos, agricultores locales y estudios de ADN indican que esta región es el origen de la variedad de papa más cultivada en el mundo, Solanum tuberosum tuberosum. Los pueblos indígenas ya cultivaban estas papas mucho antes de la llegada de los españoles. A diferencia de las papas de Perú y Bolivia, las de Chiloé están especialmente adaptadas para prosperar bajo las largas horas de luz diurna características de las latitudes más altas. Algunas de las variedades locales más apreciadas incluyen Camota, Cielo, Pachacoña, Cabrita, Chelina, Guadacho Colorada, Zapatona, Michuñe Azul, Huicaña y Ñocha.
En el cercano Archipiélago de las Guaitecas, se pueden encontrar papas silvestres similares a las de Chiloé. Todavía es un misterio cómo y cuándo llegaron estas variedades silvestres allí. Esta área marcó el límite sur de la agricultura prehispánica, con exploradores españoles del siglo XVI observando el cultivo de papas. Incluso Charles Darwin recolectó algunas papas de Guaitecas durante su viaje en el HMS Beagle. Estas papas silvestres crecen generalmente en áreas costeras perturbadas por tormentas invernales y se reproducen principalmente de manera vegetativa en lugar de a través de semillas.