Hechos sobre: Pteromys volans
La ardilla voladora siberiana es una criatura única y fascinante, siendo la única especie de ardilla voladora en Europa. Se puede encontrar desde el Mar Báltico hasta la costa del Pacífico. Desafortunadamente, está considerada vulnerable dentro de la Unión Europea, con la mayoría de su población viviendo en Estonia, Finlandia y Letonia.
Hablemos de su apariencia. Las hembras de la ardilla voladora siberiana pesan alrededor de 150 gramos, mientras que los machos son un poco más pequeños. Tienen una longitud corporal de 13-20 cm y una cola aplanada que mide 9-14 cm. Sus grandes ojos negros y su pelaje gris, que presenta una distintiva raya negra entre el cuello y la extremidad anterior, las hacen bastante llamativas. Una de sus características más impresionantes es su membrana de deslizamiento peluda, que les permite planear entre los árboles con facilidad.
En cuanto a su estilo de vida, estas ardillas tienen una dieta variada que incluye hojas, semillas, conos, nueces, bayas y, a veces, incluso huevos de aves. Se aparean a principios de la primavera y, después de unas cinco semanas de gestación, dan a luz camadas de dos o tres crías. Estos pequeños pueden vivir hasta unos cinco años. Las ardillas voladoras siberianas prefieren los bosques antiguos que tienen una mezcla de coníferas y árboles de hoja caduca. Son mayormente nocturnas y no hibernan, lo que significa que están activas durante todo el año.
En términos de su significado cultural, la ardilla voladora siberiana es celebrada en Finlandia como el emblema del Parque Nacional Nuuksio. También aparece en el logotipo del Fondo de la Naturaleza de Estonia. Sin embargo, estas ardillas enfrentan amenazas significativas, especialmente en Finlandia, debido a la fragmentación del hábitat, el cambio climático y la pérdida de sus hogares en los bosques boreales.