Hechos sobre: Lotus chalice
El Cáliz de Loto, también conocido como el Cáliz de Alabastro o el Cáliz de los Deseos, es un fascinante artefacto descubierto en la tumba del faraón egipcio Tutankamón, quien reinó durante la dinastía XVIII. Esta exquisita pieza, catalogada como el hallazgo número 014, puede admirarse hoy en el Museo Egipcio de El Cairo.
Tallado en una única pieza de alabastro, el cáliz tiene la elegante forma de un loto blanco en plena floración. Este diseño no solo es hermoso, sino también profundamente simbólico, ya que la flor de loto en la mitología egipcia representa el nacimiento del dios sol, simbolizando la eternidad y el infinito.
El cáliz está adornado con intrincadas inscripciones rellenas de pigmento azul, que presentan el nombre de trono de Tutankamón, su nombre personal y diversos epítetos. Alrededor del borde, se puede encontrar la titulatura quíntuple de Tutankamón, que incluye bendiciones para la vida eterna y la felicidad del rey. El renombrado arqueólogo Howard Carter, quien dirigió la excavación de la tumba de Tutankamón, lo denominó el "Cáliz de los Deseos del Rey" debido a las inscripciones de buenos augurios que contiene.
Este notable cáliz ha sido una pieza destacada en varias exposiciones, como la famosa muestra Tesoros de Tutankamón, donde se exhibió la opulencia y la artesanía de los bienes funerarios del antiguo Egipto. Su descubrimiento ha proporcionado a historiadores y arqueólogos valiosos conocimientos sobre las creencias y prácticas religiosas de la civilización egipcia.