Hechos sobre: Mulujía
Mulukhiyah, también conocida como molokhiya, es la hoja verde de la planta Corchorus olitorius. También se le conoce como malva judía, jute nalta o jute tossa. Esta verdura es un alimento básico en las cocinas de Oriente Medio, África Oriental y África del Norte. En Filipinas, se conoce como "saluyot". Al cocinar mulukhiyah, se obtiene una sopa espesa y ligeramente viscosa con un sabor levemente amargo. Generalmente, se prepara en un guiso o sopa con pollo o caldo de pollo, y se sirve junto a arroz blanco y un chorrito de limón o lima.
Los orígenes exactos de la mulukhiyah aún están en debate. Algunas personas creen que proviene del Antiguo Egipto, mientras que otras señalan a la India, donde se encuentra una especie relacionada, Corchorus capsularis. En Egipto, la mulukhiyah, llamada molokhiya allí, es un plato nacional muy estimado. Las hojas se pican finamente y se cocinan con ajo, cilantro y carnes como pollo, conejo o cordero. Por lo general, se sirve con arroz blanco y verduras encurtidas.
En el Levante, la molokhiya se prepara con carne, cebollas, ajo y cubos de caldo de pollo. Los beduinos tienen su propia versión, rellenando un pollo entero con hierbas y especias, y luego hirviéndolo para crear un caldo sabroso. En Kenia, el plato se llama murere y se prepara hirviendo las hojas de jute con soda o sal tradicional a base de plantas. A menudo se sirve con ugali (una especie de papilla de maíz) y carne.
En Túnez, se hace mulukhya moliendo las hojas secas en polvo y cocinándolas con aceite de oliva, pasta de tomate y carne de res. En Chipre, la molohiya se cocina en un caldo a base de tomate con cordero o pollo. Los países de África Occidental como Sierra Leona, Nigeria, Liberia y Gambia también tienen sus propias versiones, utilizando mulukhiyah en diversas salsas, a menudo acompañadas de arroz o fufu.
Nutricionalmente, la mulukhiyah es una potencia. Está llena de folato, betacaroteno, hierro, calcio, vitamina C y una gran cantidad de otras vitaminas y minerales. También es un potente antioxidante. La palabra "mulukhiyah" tiene raíces antiguas en lenguas mediterráneas como el árabe y el griego. Curiosamente, hay una nota histórica: en el siglo X, Al-Hakim bi-Amr Allah prohibió el consumo de mulukhiyah, y algunos grupos todavía siguen esta prohibición hoy en día.