Hechos sobre: Chacolí
Txakoli, o chacolí, es un delicioso vino blanco seco conocido por su alta acidez y bajo contenido alcohólico. Se produce principalmente en el País Vasco, Cantabria y el norte de Burgos en España, con una presencia menor en Chile. Este vino se disfruta frecuentemente como aperitivo y es mejor consumirlo dentro de un año de su embotellado. Puedes encontrar txakoli en variedades blancas, tintas y rosadas. Uno de los aspectos únicos de servir txakoli es la manera tradicional en la que se vierte desde una cierta altura en vasos altos, a menudo acompañado de pintxos, la versión vasca de las tapas. Típicamente, su contenido de alcohol por volumen (ABV) oscila entre el 9.5% y el 11.5%.
Para aquellos interesados en la historia del txakoli, el Museo del Txakoli en Leioa, cerca de Bilbao, ofrece una fascinante visión del pasado del vino, con exhibiciones de la maquinaria utilizada en su producción. El término "txakolin" en euskera se traduce como "el txakoli", mientras que la palabra española "chacolí" se deriva del término vasco. El origen exacto de la palabra sigue siendo un misterio, con varias teorías propuestas.
Históricamente, el txakoli era un vino casero. Sin embargo, la década de 1980 marcó un punto de inflexión cuando obtuvo la certificación de Denominación de Origen (DO), mejorando significativamente su calidad y popularidad. Mientras que el txakoli se fermentaba tradicionalmente en grandes barricas de roble, la producción moderna utiliza mayoritariamente cubas de acero inoxidable.
Existen tres variedades de txakoli con certificación DO: Getaria, Vizcaya y Álava. Cada una de estas regiones cuenta con variedades de uva y técnicas de producción específicas, siendo Getaria la primera en recibir la certificación DO en 1989. Además, el chacolí se produce en Cantabria y el Valle de Mena en Burgos.