Apis

La abeja melífera, un insecto volador social del género *Apis*, es reconocida por construir nidos de cera, producir miel y formar grandes colonias. Originarias de Eurasia, estas abejas se han dispersado por todo el mundo debido a la actividad humana. De las siete especies reconocidas de abejas melíferas, la abeja melífera occidental (*Apis mellifera*) es la más conocida y se utiliza extensamente para la producción de miel y la polinización de cultivos.

El nombre "Apis" proviene del latín y significa "abeja". Las abejas melíferas aparecieron por primera vez en el sur y sureste de Asia, con registros fósiles que datan de hace unos 34 millones de años. Estos insectos viven en colonias y exhiben diversos comportamientos de anidación según la especie. Aunque existen alrededor de 20,000 especies de abejas, solo siete se clasifican como abejas melíferas.

Las abejas melíferas son fundamentales para la polinización, siendo *Apis mellifera* crucial para la polinización de cultivos comerciales. No obstante, existe un debate en curso sobre cómo las abejas melíferas manejadas afectan a los polinizadores silvestres. Se alimentan de polen y néctar; el polen proporciona proteínas y el néctar ofrece carbohidratos.

La apicultura, la práctica de mantener y desplazar colonias de abejas, se ha vuelto esencial, especialmente ante preocupaciones como el Trastorno de Colapso de Colonias, que ha ocasionado muertes significativas en las colonias de abejas europeas. Dentro de una colmena, existe una estructura social compleja que incluye zánganos, obreras y reinas, cada uno con roles específicos.

Para proteger sus colonias, las abejas melíferas pican a los intrusos, inyectando veneno que contiene componentes biológicamente activos. Sus aguijones están equipados con púas diseñadas para defenderse contra los depredadores. La comunicación dentro de la colonia es sofisticada, involucrando señales químicas y un lenguaje de danza único que comparte información sobre fuentes de alimento y sitios de anidación.

A lo largo de la historia, las abejas melíferas han tenido significados simbólicos en diversas culturas y religiones, representando características como la elocuencia, el trabajo arduo y la adaptabilidad. Han simbolizado el gobierno, la inmortalidad y la resurrección, y se han utilizado en teorías políticas y mitos para ilustrar diversas virtudes y características sociales.