Hechos sobre: Trichechus manatus
El manatí antillano, afectuosamente conocido como la "vaca marina" es el miembro sobreviviente más grande del orden Sirenia de mamíferos acuáticos. Este gigante gentil se divide en dos subespecies: el manatí de Florida y el manatí antillano o caribeño. Principalmente encontrarás la subespecie de Florida a lo largo de las costas de Florida, mientras que el manatí antillano tiene una presencia más dispersa por todo el Caribe, desde México hasta Brasil.
Los manatíes son exclusivamente herbívoros y se comunican de manera fascinante a través de vocalizaciones. También poseen bigotes increíblemente sensibles, o vibrisas, que les ayudan a alimentarse y a navegar en su entorno acuático. Durante la temporada de reproducción, varios machos forman un grupo alrededor de una hembra, y típicamente nace una sola cría cada dos o tres años. Gracias a los esfuerzos de conservación, el manatí antillano, que una vez fue catalogado como en peligro de extinción en la década de 1970, fue reclasificado como "amenazado" en 2017.
Estos mamíferos marinos están perfectamente adaptados para la vida en el agua. Tienen cuerpos aerodinámicos, una cola en forma de pala para nadar y hocicos flexibles para alimentarse. Sus dientes son únicos, ya que se reemplazan continuamente a lo largo de sus vidas en un sistema similar a una cinta transportadora. Los manatíes también tienen huesos densos que les ayudan a permanecer sumergidos y dependen de sus vibrisas para recibir retroalimentación táctil y navegar. Principalmente comen plantas acuáticas, siendo la hierba marina su favorita.
Los manatíes se pueden encontrar desde las cálidas aguas de Florida hasta tan al norte como Massachusetts y tan al oeste como Texas. Prefieren áreas costeras poco profundas, ríos y estuarios, gravitándose hacia aguas cálidas debido a su lento metabolismo. Sin embargo, estos gentiles gigantes enfrentan numerosas amenazas, incluyendo colisiones con embarcaciones, pérdida de hábitats de aguas cálidas, eventos de marea roja y fragmentación del hábitat.
En cuanto a la reproducción, los manatíes forman grupos de apareamiento, y después de un largo período de gestación de 12 a 14 meses, nace una sola cría. Los machos no se quedan para ayudar a criar a los jóvenes, y las crías permanecen con sus madres hasta dos años. Los esfuerzos de conservación son cruciales para reducir amenazas como las colisiones con embarcaciones y la pérdida de hábitat para asegurar la supervivencia de las poblaciones de manatíes de Florida y antillanos.
El manatí de Florida, en particular, enfrenta desafíos significativos por las colisiones con embarcaciones y la pérdida de hábitats de aguas cálidas. Mientras tanto, los datos sobre la población de manatíes antillanos aún son limitados. Las estrategias de conservación se centran en monitorear las tendencias de la población, reducir la mortalidad relacionada con los humanos y proteger hábitats críticos. Estos esfuerzos son vitales para salvaguardar el futuro de estos únicos y vulnerables mamíferos marinos.