Hechos sobre: Dulce de membrillo
El dulce de membrillo es un exquisito manjar disfrutado en muchos países alrededor del mundo. Esta dulce y espesa jalea se elabora a partir de la pulpa del fruto del membrillo y recibe distintos nombres según la región. En los países de habla hispana, se conoce como "dulce de membrillo"; en Portugal, como "marmelada"; en Italia, se le llama "cotognata"; y en Francia, "pâte de coing."
Los orígenes del dulce de membrillo se remontan a tiempos antiguos, con referencias encontradas en el libro de cocina romana de Apicio. Prepararlo es bastante sencillo: se pela y se descorazona el fruto del membrillo, se cocina con azúcar y se deja reposar hasta que se convierte en una pasta densa y dulce. Curiosamente, también se puede hacer una deliciosa jalea de membrillo a partir de las pieles y corazones desechados.
A la gente le encanta servir el dulce de membrillo de diversas maneras. Es fantástico en rebanadas sobre pan o sándwiches, acompañado de diferentes quesos, o incluso como relleno en pasteles. En algunos lugares, es un postre popular, especialmente cuando se sirve con queso, mientras que en otros juega un papel en las celebraciones tradicionales de Navidad.
Cada región tiene su propio toque en esta versátil golosina, reflejando su popularidad generalizada y su significado cultural. Ya sea que lo llames "dulce de membrillo" "marmelada" u otro nombre, el dulce de membrillo es una delicia apreciada por su sabor dulce pero ligeramente ácido y su textura densa y gelatinosa.