Hechos sobre: Kürtőskalács
El kürtőskalács es un delicioso pastel tradicional húngaro, originario de Transilvania, especialmente popular entre los Székelys. Con el tiempo, ha ganado reconocimiento tanto en Hungría como en Rumanía. La referencia más antigua conocida de este manjar data de 1679.
Este pastel se elabora a partir de una masa dulce con levadura que se envuelve alrededor de un asador en forma de cilindro, se cubre con azúcar y luego se asa sobre carbón. A medida que se cocina, el azúcar se carameliza, creando una corteza crujiente y dorada. A menudo, se termina con coberturas como nueces o canela para añadir un sabor extra.
El nombre kürtőskalács se traduce como "pastel de chimenea" debido a su forma cilíndrica. A lo largo de la historia, ha sido conocido por diversos nombres y grafías antes de llegar al término que utilizamos hoy en día. Los métodos para hacer kürtőskalács han sido bien documentados en libros de cocina a lo largo de los años, mostrando su evolución.
Actualmente, el kürtőskalács es un manjar muy apreciado en Hungría y está incluso reconocido como parte del patrimonio gastronómico europeo. Hay tres tipos principales de kürtőskalács, cada uno con ingredientes y técnicas de preparación únicas. La versión casera tradicional se hornea sobre brasas calientes, utilizando una mezcla de azúcar, harina, mantequilla, leche, huevos, levadura y sal. Las versiones modernas ofrecen más flexibilidad, atendiendo a diferentes necesidades dietéticas con opciones veganas o sin gluten.
Pasteles similares se pueden encontrar en países vecinos, cada uno con su propio nombre y variación. El kürtőskalács se ha convertido en un símbolo de la cocina húngara y transilvana, con una rica historia que se remonta a la época medieval. Su popularidad se ha extendido mucho más allá de sus raíces, convirtiéndose en un manjar favorito tanto para los locales como para los visitantes.