Hechos sobre: Letscho
Lecsó es un guiso de verduras robusto y nutritivo, un pilar fundamental en la cocina húngara. La receta básica requiere pimientos amarillos puntiagudos, tomates, cebollas, sal y pimentón dulce o picante. Típicamente, las cebollas y los pimientos se saltean en manteca, grasa de tocino o aceite de girasol, y a veces se añade ajo para realzar el sabor. Este plato no solo goza de popularidad en Hungría; también se encuentra en las cocinas checa, eslovaca, croata, así como en Polonia, Austria e Israel.
Aunque existen muchas variaciones del lecsó, todas se centran en la combinación de tomates, pimientos (tanto dulces como picantes), cebollas, sal y, a menudo, ajo. Algunas recetas pueden incluir especias como hojas de laurel, pimienta negra o tomillo. Tradicionalmente, el lecsó se prepara derritiendo manteca de tocino ahumado, dorando las cebollas, friendo los pimientos hasta que estén tiernos y luego añadiendo los tomates.
El lecsó puede disfrutarse de diversas maneras. Es excelente acompañado de arroz cocido o huevos revueltos, y combina bien con salchichas, tocino o frankfurters. Algunas personas incluso lo coronan con huevos duros o lo espesan con huevos batidos. Ya sea servido como plato principal o como guarnición, es un complemento versátil para comidas que incluyen pollo asado, cerdo o carne de res. En Hungría, el mejor lecsó a menudo se cocina al fuego abierto en un "bogrács" (caldero) durante barbacoas.
En Alemania, un plato similar llamado Letscho se utiliza como salsa para varias comidas y está hecho con tomates, pimientos y cebollas. En Polonia, el leczo es un plato picante que incluye pimiento rojo, calabacín, tomates, salchicha y chile en polvo. Se sirve caliente y con un toque picante, manteniéndose fiel a sus raíces húngaras.