Hechos sobre: Gastronomía del Líbano
La cocina libanesa es una exquisita tradición culinaria originaria del Líbano. Es reconocida por su uso de granos enteros, frutas y verduras frescas, mariscos y aves de corral, siendo el cordero y la cabra las carnes rojas preferidas. Ingredientes esenciales como el aceite de oliva, el ajo y el jugo de limón son fundamentales, junto con los garbanzos y el perejil, creando una dieta sabrosa y saludable.
Algunos de los platillos más apreciados incluyen baba ghanouj, falafel, shawarma, hummus y el dulce baklava. En cuanto a las bebidas, el arak, un licor tradicional con sabor a anís, ostenta el título de bebida nacional, aunque el vino libanés también goza de gran popularidad.
Las raíces de la cocina libanesa se remontan a miles de años, moldeadas por las influencias de diversas civilizaciones como los romanos, griegos, persas, árabes, egipcios y fenicios. Posteriormente, las ocupaciones otomana y francesa dejaron su huella, enriqueciendo aún más el paisaje culinario. La diáspora libanesa también ha jugado un papel en la evolución de la cocina al introducir nuevos ingredientes y técnicas culinarias.
La cocina libanesa se centra en el asado a la parrilla, horneado y preparaciones ligeras utilizando aceite de oliva. Las verduras se disfrutan a menudo crudas, encurtidas o cocidas. El mezze, una colección de pequeños platos servidos juntos, es una forma popular de disfrutar una comida en el Líbano. La cocina varía según la región, y cada área presume de sus propias especialidades. Los postres son un punto culminante, presentando delicias como el baklava, ma'amoul y muhallebi.
Los ingredientes esenciales en la cocina libanesa incluyen pan, productos lácteos como halloumi y labneh, guisos, platillos vegetarianos, carnes como cordero, pollo y res, pescado y una variedad de especias y condimentos. Los sabores son diversos, influenciados por los estilos culinarios turcos, árabes y franceses. Las bebidas tradicionales libanesas incluyen arak, vino libanés, mate y jallab.