Hechos sobre: Anthornis melanura
El pájaro campanero de Nueva Zelanda, conocido como korimako o makomako en maorí, es un encantador ave cantora endémica de Nueva Zelanda. Es el único miembro vivo de su género, Anthornis, y se distingue fácilmente por sus plumas verdosas. El korimako es célebre por su melodiosa canción, similar a un repique de campanas, que es una parte esencial del coro del amanecer en Nueva Zelanda.
Los machos presentan un color verde oliva con un brillo púrpura, mientras que las hembras son de un verde más apagado con un brillo azul en la cabeza. Ambos sexos tienen ojos rojos llamativos. Los juveniles poseen una apariencia distintiva. Existen cuatro subespecies de korimako, aunque una de ellas ya está extinta. En el pasado, su número disminuyó debido a la pérdida de hábitat y a la introducción de depredadores en las islas, pero afortunadamente, su población se ha recuperado.
Estas aves tienen una dieta variada que incluye néctar, frutas e insectos, lo que las convierte en importantes polinizadoras. Los korimako se reproducen de septiembre a enero, y sus huevos están salpicados de manchas rosadas-marrones. Su canción característica, que evoca el sonido de campanas, se escucha más a menudo en las primeras horas de la mañana y al anochecer. Cuando se alarman, emiten una serie de notas ásperas.
El pájaro campanero de Nueva Zelanda es un componente invaluable del patrimonio natural del país y un elemento fundamental de sus ecosistemas.