Hechos sobre: Megadyptes antipodes
El pingüino de ojos amarillos, también conocido como hoiho o tarakaka, es una especie única que se encuentra exclusivamente en Nueva Zelanda. Aunque inicialmente se pensó que estaba estrechamente relacionado con el pingüino pequeño, investigaciones moleculares recientes han revelado que está más emparentado con los pingüinos del género Eudyptes. Estos pingüinos se alimentan principalmente de peces y se reproducen a lo largo de las costas este y sureste de la Isla Sur de Nueva Zelanda, así como en la Isla Stewart, las Islas Auckland y las Islas Campbell.
Lamentablemente, la población de pingüinos de ojos amarillos en la parte continental de Nueva Zelanda ha disminuido en un 75 % en la Península de Otago desde mediados de la década de 1990. Esta drástica disminución se debe a varios factores, como enfermedades infecciosas, aumento de las temperaturas oceánicas y actividades humanas como la pesca y la contaminación.
En términos de clasificación, el pingüino de ojos amarillos es la única especie viviente en el género Megadyptes. Estudios genéticos indican que expandieron su rango para incluir la parte continental de Nueva Zelanda hace unos 200 años, habiéndose separado de sus ancestros Eudyptes hace aproximadamente 15 millones de años.
Puedes reconocer fácilmente a los pingüinos de ojos amarillos por la distintiva banda de plumas de color amarillo pálido alrededor de sus ojos. Son los pingüinos más grandes que se reproducen en la parte continental de Nueva Zelanda, midiendo entre 62 y 79 cm de altura y pesando entre 3 y 8.5 kg. A diferencia de otros pingüinos, son en su mayoría silenciosos, aunque emiten un llamado agudo y similar a un rebuzno en sus nidos y sitios de reproducción.
Estos pingüinos se alimentan principalmente de peces y son conocidos por su búsqueda de alimento bentónica, lo que significa que buscan comida a lo largo del fondo marino. Durante la temporada de reproducción, que comienza en septiembre, ponen dos huevos y ambos padres se turnan para incubarlos. Desafortunadamente, los pingüinos de ojos amarillos se consideran en peligro de extinción debido a amenazas como la destrucción de su hábitat, depredadores introducidos y enfermedades.
El turismo ofrece la oportunidad de observar a estas fascinantes aves, con varios hábitats en la parte continental que proporcionan escondites para que los visitantes los vean. Los esfuerzos de conservación, incluida la creación de reservas y protecciones legales, son cruciales para salvaguardar esta rara y antigua especie de pingüino.