Hechos sobre: Clanga clanga
El águila moteada mayor, conocida científicamente como *Clanga clanga*, es una majestuosa ave de presa que pertenece a la familia Accipitridae. Su nombre científico proviene del griego antiguo y significa "grito". Este impresionante ave es de gran tamaño, midiendo entre 59 y 71 centímetros de longitud, con una envergadura que varía de 157 a 179 centímetros. Por lo general, pesa entre 1.6 y 2.5 kilogramos, aunque las hembras pueden llegar a pesar hasta 3.2 kilogramos.
A primera vista, el águila moteada mayor se asemeja a su pariente cercano, el águila moteada menor, lo que a menudo provoca confusión. Sin embargo, se pueden diferenciar por las plumas más oscuras del águila moteada mayor, su cabeza más pequeña y las marcas distintivas en sus alas y grupa. Si alguna vez escuchas un llamado que suena como el "ladrido" de un perro en la naturaleza, podrías estar escuchando a un águila moteada mayor.
Estas águilas son aves migratorias. Se reproducen en el norte de Europa y a lo largo de Eurasia, y luego pasan el invierno en el sureste de Europa, el noreste de África, el Medio Oriente y el subcontinente indio. Incluso podrías avistar algunas en Bután hasta finales de marzo. Desafortunadamente, el águila moteada mayor está en peligro de extinción debido a la pérdida y degradación de su hábitat, así como a las perturbaciones humanas durante su temporada de reproducción.
En términos de historia evolutiva, el águila moteada mayor está estrechamente relacionada con el águila moteada menor, con su ancestro común datando de hace unos 3.6 millones de años. Originalmente fueron agrupadas bajo el género *Aquila*, pero ahora se clasifican bajo *Clanga*. En cuanto a su dieta, principalmente cazan pequeños mamíferos y otras presas terrestres. Normalmente ponen de 1 a 3 huevos en nidos construidos en lo alto de los árboles.
Las águilas moteadas mayores son más sociales durante el invierno, a menudo formando pequeñas bandadas. También se sabe que se juntan con otras aves de presa como los milanos negros y las águilas esteparias. Los esfuerzos de conservación son vitales para esta especie, ya que quedan menos de 4,000 parejas reproductoras en el mundo. Proteger sus hábitats y minimizar las perturbaciones humanas son esenciales para asegurar su supervivencia.