Rusa unicolor

El sambar es una especie de ciervo grande que habita en el subcontinente indio, el sur de China y el sudeste asiático. Desde 2008, ha sido clasificado como especie vulnerable en la Lista Roja de la UICN, principalmente debido a la caza, la insurgencia y la destrucción del hábitat. Curiosamente, el término "sambar" también se aplica a especies relacionadas como el sambar filipino y el sambar de Sunda.

Los ciervos sambar pueden presentar variaciones considerables dependiendo de su lugar de residencia, aunque los machos suelen ser más grandes que las hembras. Poseen grandes astas rugosas y un pelaje desgreñado que puede variar desde marrón amarillento hasta gris oscuro. Estos ciervos prosperan en coberturas densas en varios hábitats y son conocidos por ser excelentes nadadores. Se comunican mediante marcas de olor y golpes con las patas.

Su dieta incluye una variedad de vegetación y enfrentan depredadores formidables como tigres, leones asiáticos, cocodrilos, leopardos y dholes. Los sambar exhiben comportamientos únicos como pararse sobre sus patas traseras, formar formaciones defensivas contra amenazas y vocalizar cuando perciben peligro.

En cuanto a la reproducción, los sambar se aparean durante todo el año, aunque hay un pico estacional en los nacimientos. El período de gestación es de aproximadamente ocho meses, y generalmente solo nace una cría. En cautiverio, los sambar pueden vivir hasta 28 años.

Estudios genéticos indican que el rusa de Java es el pariente vivo más cercano al sambar. Los registros fósiles sugieren que el sambar probablemente se originó en el sur de Asia durante el Pleistoceno.

Los sambar han sido introducidos en diversas partes del mundo, incluidas Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos. En Australia, la caza del sambar es una actividad popular, pero los ciervos representan una amenaza para las plantas nativas y la biodiversidad. Se han extendido ampliamente y son gestionados a través de regulaciones de caza en diferentes estados.

En Nueva Zelanda, los ciervos sambar estuvieron protegidos en su momento, pero ahora se pueden cazar durante todo el año. En Estados Unidos, los ciervos sambar fueron introducidos en la Isla de St. Vincent, Florida. Se emiten permisos de caza allí para regular su población y minimizar su impacto en las especies nativas.