Hechos sobre: Huevo centenario
Los huevos centenarios, también conocidos como huevos preservados, huevos de cien años, huevos de mil años o huevos milenarios, son una delicia singular de la cocina china. Estos huevos, que pueden ser de pato, gallina o codorniz, pasan por un proceso de conservación que implica recubrirlos con una mezcla de arcilla, ceniza, sal, cal viva y cáscaras de arroz durante un período que varía desde varias semanas hasta varios meses. El resultado es una yema de color verde oscuro a gris con una textura cremosa y un sabor intenso, y una clara de huevo translúcida de color marrón oscuro con un sabor salado.
Los orígenes de los huevos centenarios probablemente se deben a la necesidad de preservar los huevos utilizando arcilla alcalina. Tradicionalmente, este método de conservación utiliza una combinación de ceniza de madera, óxido de calcio y sal. Sin embargo, las técnicas modernas han simplificado el proceso al remojar los huevos crudos en una solución de sal de mesa, hidróxido de calcio y carbonato de sodio.
Los huevos centenarios se pueden comer solos o incorporarse en varios platillos. Combina bien con jengibre encurtido, tofu o congee, y también son protagonistas en un plato conocido como "huevos viejos y frescos", que combina huevos centenarios con una tortilla de huevo fresca.
A pesar de su popularidad, han surgido preocupaciones sobre la seguridad de los huevos centenarios, especialmente cuando algunos productores utilizan compuestos tóxicos como el óxido de plomo(II) para acelerar el proceso de conservación. En respuesta, el gobierno chino ha implementado regulaciones para monitorear los aditivos alimentarios y garantizar que se cumplan los estándares de seguridad.
Existen también algunos mitos en torno a los huevos centenarios, como la falsa creencia de que se hacen remojando huevos en orina de caballo. Esta afirmación no está respaldada por ninguna evidencia.
Los huevos centenarios tienen una rica historia que se remonta al menos a cuatro siglos, con relatos de su descubrimiento durante la dinastía Ming. Son un elemento básico de la cocina china y se disfrutan en una variedad de platillos. A pesar de las preocupaciones ocasionales sobre su producción, los huevos centenarios siguen siendo una delicia muy apreciada por muchos.