Hechos sobre: Tratado de Qadesh
El tratado de paz egipcio-hitita, conocido también como el Tratado Eterno o el Tratado de Plata, se destaca como uno de los acuerdos más significativos del antiguo Cercano Oriente y es el tratado de paz más antiguo conocido que ha sobrevivido, a menudo referido como el Tratado de Kadesh. Sin embargo, no trajo paz inmediata entre los hititas y los egipcios, ya que las tensiones persistieron durante años hasta la firma de un posterior tratado de alianza.
Este tratado fue diseñado para poner fin a un prolongado conflicto entre el Imperio Hitita y Egipto, que había alcanzado su punto álgido con la Batalla de Kadesh en 1274 a.C. A pesar de esta batalla, la guerra continuó de manera inconclusa durante unos quince años más antes de que finalmente se firmara el tratado. Ambos imperios enfrentaban amenazas externas y vieron el beneficio de establecer la paz. El tratado se formalizó en el año 21 del reinado del faraón Ramsés II y perduró hasta el eventual colapso del Imperio Hitita.
La versión egipcia del tratado fue inscrita en jeroglíficos en las paredes de los templos de Tebas, mientras que la versión hitita fue descubierta en Hattusa, que hoy se encuentra en la actual Turquía. El tratado detallaba obligaciones mutuas, promesas de paz y una alianza entre los dos poderes. Incluía acuerdos sobre la no agresión, la repatriación de refugiados y el apoyo mutuo contra amenazas externas.
Los estudiosos han debatido la naturaleza del tratado, con algunos considerándolo un tratado de paz y otros una alianza. Independientemente, fue un acuerdo mutuamente beneficioso destinado a establecer la estabilidad y asegurar los intereses de ambos imperios en la región. El tratado efectivamente puso fin a las confrontaciones militares directas entre los hititas y los egipcios.
Tras el tratado, Ramsés II centró su atención en proyectos domésticos e incluso se casó con una princesa hitita para fortalecer los lazos entre ambos pueblos. Esta relación pacífica duró hasta que el Imperio Hitita cayó ante Asiria casi un siglo después.
El tratado de paz egipcio-hitita representa un momento crucial en las relaciones internacionales antiguas, destacando el uso de la diplomacia y las alianzas estratégicas para mantener la paz y la estabilidad. Los textos supervivientes ofrecen valiosas perspectivas sobre las prácticas diplomáticas y las preocupaciones de los poderes del antiguo Cercano Oriente.