Kaiserschmarrn

Kaiserschmarrn, también conocido como Kaiserschmarren, es un delicioso postre con una rica historia imperial. Nombrado en honor al emperador austriaco Francisco José I, quien era particularmente aficionado a este esponjoso y desmenuzado panqueque, el Kaiserschmarrn es una golosina muy apreciada en Austria, Baviera y muchas regiones del antiguo Imperio Austrohúngaro, incluyendo Hungría, Eslovenia y Croacia. En estas áreas, recibe nombres diversos como "cesarski praženec" o "šmorn" en Eslovenia, "császármorzsa" en Hungría, y "(Císařský) trhanec" o "kajzršmorn" en la República Checa.

El nombre "Kaiserschmarren" combina "Kaiser" (emperador) y "Schmarren" (un término que denota un plato revuelto o desmenuzado en los dialectos austriaco y bávaro). Curiosamente, "Schmarren" también puede significar baratija, mezcla, desorden, basura o tontería. Este postre se elabora a partir de una masa dulce compuesta de harina, huevos, azúcar, sal y leche, todo ello cocinado en mantequilla. Se puede enriquecer con ingredientes como nueces, cerezas, ciruelas, mermelada de manzana, pasas y almendras caramelizadas.

Típicamente, el Kaiserschmarrn se sirve caliente, espolvoreado con azúcar glas y acompañado de salsas de frutas o compotas. Es lo suficientemente versátil como para disfrutarse como postre o incluso como una comida sustanciosa, especialmente en los restaurantes de montaña de los Alpes austriacos. Tradicionalmente, se acompaña de Zwetschgenröster, una compota de ciruelas. También existen variaciones como Erdäpfelschmarrn (con patatas), Äpfelschmarrn (con manzanas) y Kirschschmarren (con cerezas).

La historia del Kaiserschmarrn está entrelazada con la figura del emperador Francisco José I y existen varias narrativas encantadoras sobre su origen. Una leyenda sugiere que fue creado para satisfacer la preferencia de la emperatriz Isabel por los postres ligeros. Otra historia involucra a un granjero nervioso que accidentalmente inventó el plato. Una versión diferente cuenta sobre la manera única de la emperatriz de preparar panqueques. Independientemente de cuál historia elijas creer, el Kaiserschmarrn sigue siendo un postre querido e icónico en la cocina de Europa Central.