Hechos sobre: Tarta Linzer
La Tarta Linzer es un pastel austriaco muy apreciado que se originó en la ciudad de Linz. Este delicioso postre presenta una base de masa quebrada cubierta con una capa de mermelada de frutas y adornada con una elegante rejilla de nueces laminadas. Se elabora con una mezcla de harina, mantequilla sin sal, yemas de huevo, ralladura de limón, canela, jugo de limón y nueces molidas, como avellanas, nueces o almendras. Generalmente, el relleno se hace con mermelada de grosella roja, frambuesa o albaricoque.
Este postre, que consiste en una sola capa, se pincela con claras de huevo, se hornea a la perfección y se adorna con nueces. Es un favorito festivo en los hogares austriacos, húngaros, suizos, alemanes y tiroleses, especialmente durante la Navidad.
Además, la Tarta Linzer tiene un encantador primo: las Galletas o Tartaletas Linzer. Estas son esencialmente galletas sándwich con un círculo recortado en la parte superior, revelando la deliciosa mermelada de frutas en su interior, todo espolvoreado con una ligera capa de azúcar glas.
La Tarta Linzer tiene una rica historia que se remonta al siglo XVII. La receta más antigua conocida se descubrió en un documento veronés de 1653. Existen algunas leyendas encantadoras sobre sus orígenes, algunas la atribuyen a un confitero vienés llamado Linzer y otras al pastelero franconiano Johann Konrad Vogel. La popularidad de la tarta incluso cruzó el Atlántico, supuestamente introducida en los Estados Unidos en la década de 1850 por un inmigrante austriaco llamado Franz Hölzlhuber.
Ya sea que la disfrutes como tarta o como galleta, la Tarta Linzer es un clásico atemporal que aporta un toque de tradición austriaca a cualquier celebración.